CIUDAD DE MÉXICO,- Investigadores de la Facultad de Química (FQ), en colaboración con especialistas de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ), de la UNAM, desarrollaron el Compuesto Alfa para el tratamiento de la fasciolosis, parasitosis que afecta principalmente al ganado vacuno y ovino, pero también al hombre.
El Compuesto Hidrosolubre es útil para el tratamiento de la fasciolosis, enfermedad hepática que ocasiona reducción en la ganancia de peso y disminución en la producción láctea, entre otras afectaciones
Explicó Rafael Castillo Bocanegra, de la FQ, quien encabeza el proyecto junto con María Alicia Hernández Campos, de la misma entidad, que entre los antiparasitarios seleccionamos los bencimidazoles, porque su núcleo es parte de la vitamina B12; el organismo los tolera y no los trata como sustancias extrañas.
Además, sus moléculas permiten hacer múltiples agentes antihelmínticos, relativamente fáciles de obtener, aunque en las etapas finales se vuelven polvos insolubles, una de las fases más difíciles
La fasciolosis es la enfermedad hepática más importante del ganado y afecta principalmente a bovinos y ovinos. Es ocasionada por el trematodo Fasciola hepatica y provoca la reducción en la ganancia de peso, disminución de la producción láctea y mala calidad de la lana.
También influye en la anemia, en abortos, en la infertilidad, así como en la mala conversión alimenticia, el decomiso del hígado cuando los animales van al rastro, además de gastos por servicios veterinarios, incremento en los costos por tratamientos con fasciolicidas, lo que se traduce en grandes pérdidas económicas para los ganaderos, señaló el universitario.
En el país, este tipo de parasitosis se ha diagnosticado en 29 estados y se destinan unos 400 millones de pesos anuales para atender animales afectados en diversas regiones templadas o tropicales del estado de México, Chiapas, Tabasco, Veracruz, Sinaloa, Hidalgo y Tamaulipas, entre otras regiones.
Investigadores de la Facultad de Química (FQ), en colaboración con especialistas de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ), de la UNAM, desarrollaron el Compuesto Alfa para el tratamiento de la fasciolosis, parasitosis que afecta principalmente al ganado vacuno y ovino, pero también al hombre.
El proyecto, denominado “Nuevos compuestos hidrosolubles derivados del bencimidazol, útiles para el tratamiento de la fasciolosis”, fue el primero de los 10 reconocidos por el Programa de Fomento al Patentamiento y la Innovación (PROFOPI), una iniciativa de la Coordinación de Innovación y Desarrollo (CID) de esta casa de estudios para vincular desarrollos científicos con la sociedad y la industria.
El químico Castillo Bocanegra recordó que el diseño de la estructura del Compuesto Alfa inició hace 31 años, en 1985, a través de una colaboración entre la FQ y el Instituto Nacional de Investigaciones Pecuarias (hoy Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias).
En esa época ya existía en el mercado un agente antihelmíntico para el tratamiento de la fasciolosis: el triclabendazol. Sin embargo, su uso indiscriminado ha generado cepas resistentes de Fasciola.
“Entonces creamos una molécula con la misma actividad del triclabendazol. Al probar la actividad de nuestra sustancia en bovinos observamos que no causó ningún problema y el residuo fue eliminado poco tiempo después del suministro”, resaltó.
No obstante, por ser poco práctica para su dosificación (se administra en suspensión pues no es soluble en agua) se buscó generar una solución inyectable que facilitara su administración en los rebaños y que afectara al parásito es sus etapas juvenil y adulta.
Suministrar el medicamento en suspensión en un animal que pesa entre 300 y 400 kilos (en el caso de ganado vacuno) requiere 12 miligramos por kilogramo de peso, es decir, entre cuatro y seis gramos, pero sólo el cinco por ciento de la sustancia curará, el resto se elimina a través de las heces, lo que representa una forma de contaminación del ecosistema.
El estudiante de doctorado Miguel Ángel Flores Ramos logró solubilizar en agua el Compuesto Alfa para administrarlo vía intramuscular, propuesta mucho más efectiva, pues se requieren dosis casi cuatro veces menores, anotó.
Froylán Ibarra Velarde y Yolanda Vera Montenegro, de la FMVZ, hicieron las pruebas de eficacia en borregos, pero aún falta la aplicación en vacunos para determinar la dosis clínica recomendada.
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