
ALEMANIA.- Al parecer un grupo de científicos del Instituto de Farmacología y Toxicología de la Universidad de Bonn, le han encontrado un nuevo uso a la famosa pastilla azul. A todas sus bondades ahora hay que sumar, que ayuda a bajar de peso.
Esto lo determinaron, luego de tratar con Viagra a un grupo de ratones, durante siete días, para posteriormente observar que el famoso fármaco, ayudaba a convertir las células de grasa blanca en grasa parda o marrón, lo que supone el sueño de cualquier persona que desee quitarse de encima unos kilos de más.
Las células de grasa parda queman la energía de los alimentos ingeridos y la convierten en calor», explica Alexander Pfeifer, director del Instituto de Farmacología y Toxicología de la Universidad de Bonn. Es decir, estás células son capaces de «derretir» la grasa y, por tanto, combatir la obesidad.
Recordemos que en 1998 se empezaba a comercializar la Viagra, esa famosa pastilla azul que revolucionó la vida de miles de personas que padecían disfunción eréctil. Esto se debe a que su principio activo, el citrato de sildenafilo, previene la degradación de guanosín monofosfato cíclico y asegura el suministro de sangre necesario para tener una erección.
Desde aquel momento, hace ya más de quince años, se han realizado multitud de estudios encaminados a probar el efecto del famoso medicamento sobre otras funciones del organismo.
Y los sorprendentes hallazgos no terminan aquí. El suministro de Viagra no solo hacía a los ratones más resistentes a la obesidad, sino que también se observaba una reducción de las respuestas inflamatorias, un proceso que hace que las personas con obesidad sean más susceptibles a padecer problemas cardiovasculares. Un efecto derivado también de la conversión de células de grasa blanca en el tejido adiposo, ya que, al acumular grasa, aumentan de tamaño y esto conduce a la liberación de las hormonas que causan la inflamación.
Por supuesto, antes de que se recomiende el uso de esta pastilla en seres humanos, falta tiempo y muchas horas de experimentación y observación. Sin embargo, los resultados hasta el momento, son prometedores.
jcrh