JERUSALÉN.- Buzos aficionados encontraron un tesoro enterrado en la costa mediterránea de Israel, que data de hace mil 600 años y contiene monedas, estatuas de bronce y otros artefactos antiguos, informó hoy la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI).
El tesoro fue descubierto accidentalmente por Ran Feinstein y Ofer Raanan, dos buzos aficionados de la ciudad israelí de Ra’anana, mientras que estaban nadando frente a las costas de Cesárea, antes de la festividades de la Pascua hebrea el mes pasado. La Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI) explicó en una declaración que al emerger del mar, los buzos inmediatamente contactaron a la AAI, que desde entonces lleva a cabo una excavación en el lugar, en cooperación con la Fundación Rothschild Cesárea. El histórico tesoro es al parecer parte de la carga de un buque mercante romano que se hundió hace unos mil 600 años e incluye monedas, estatuas de bronce, equipos utilizados en el funcionamiento de la nave, como anclas, y numerosos objetos de decoración. La nave se habría hundido en los últimos años del Imperio Romano (27 a.C.- 476 d.C.), incluye una lámpara de bronce que representa la imagen del dios romano del Sol, una figura de la diosa de la Luna, una lámpara que se asemeja a la cabeza de un esclavo africano y partes de tres estatuas de bronce de tamaño natural.
Además de un grifo de bronce en forma de un jabalí con un cisne en su cabeza y otros objetos en forma de animales. También fueron descubiertos fragmentos de grandes contenedores utilizados para el transporte de agua potable para la tripulación del buque. Una de las mayores sorpresas fue el descubrimiento de dos trozos metálicos, cada uno compuesto de miles de monedas, en la forma de la vasija de cerámica en el que fueron transportados antes de que oxidaran y quedarán pegadas entre sí. Las monedas llevan las imágenes del emperador Constantino el Grande, que gobernó el Imperio Romano de Occidente entre LOS años 312 y 324 de nuestra era y de su rival Licinio, que gobernó la parte oriental del imperio y fue muerto en batalla en el año 324 d.C. «Estos hallazgos son muy interesantes, ya que además de su extraordinaria belleza, son de gran importancia histórica”, destacaron Jacob Sharvit, director de la unidad de arqueología marina del IAA, y su adjunto Dror Planer, según reporte del Ha’aretz Daily en Internet.
Los expertos consideran que la ubicación y distribución de los antiguos artefactos en el fondo del mar indican que el tesoro iba en un gran buque mercante, que transportaba una carga de metales y que al parecer encontró una tormenta en la entrada del puerto. Un estudio preliminar de las anclas de hierro descubiertas en la zona sugiere que hubo un intento de detener la embarcación a la deriva antes de llegar a la orilla del mar, sin embargo, el anclaje se rompió, lo que constituye una «prueba de la fuerza de las olas y el viento», señalaron los investigadores. El descubrimiento se produce tan sólo un año después del descubrimiento de un tesoro de más de seis mil monedas de oro, que datan de la época fatimí de hace unos mil años, encontradas en las inmediaciones por buzos y personal IAA y se exhiben en Cesárea.
Notimex/JRGA