WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Este 26 de septiembre, lunes por la noche, tendrá lugar el primer debate presidencial entre Hillary Clinton y Donald Trump. La candidata demócrata, está presionada por entregar buenos resultados en un evento que podría resultar clave para el desarrollo de los comicios.

Políticos veteranos implicados en organizar los últimos debates electorales dijeron que Clinton debería tomar conciencia de cómo dirigir el país en tiempos inciertos y marcar el contraste como la alternativa firme y preparada frente a Trump, que no tiene experiencia en cargos públicos.

Por su parte, Trump debería mostrar suficiente seriedad para convencer a los escépticos de que está listo para ser el comandante en jefe de la nación.

El enfrentamiento televisado de 90 minutos que se realizará en la Universidad Hofstra de Hempstead, en Nueva York, es el primero de tres debates y ocurrirá en momentos en que Clinton ya no disfruta de una clara ventaja en los sondeos de opinión ante el magnate de bienes raíces.

Tradicionalmente, en Estados Unidos, un mal debate puede alterar de manera definitiva, la trayectoria de la carrera presidencial estadounidense. Diversos sondeos, indican que por lo menos un 20 por ciento del electorado, sigue indeciso. Esta cifra, inusitadamente alta a estas alturas y que contrasta enormidades con el 12 por ciento que tuvo lugar hace cuatro años.

El debate será la mejor oportunidad para que los dos candidatos, considerados ampliamente como poco fiables por los votantes, entierren las dudas sobre su idoneidad para la Casa Blanca antes de los comicios del 8 de noviembre.

jcrh