ESTADOS UNIDOS.- Los efectos colaterales financieros y políticos de la decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea en un reciente referendo se suman a una serie de reveses para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en momentos en que trabaja para pulir el legado antes de finalizar su mandato en enero de 2017.
El «Brexit» llega después de que la Corte Suprema de Estados Unidos bloqueó el jueves un intento de Obama de revisar las normas de inmigración y una semana después del peor tiroteo en la historia moderna del país norteamericano.
Para Obama, estos traspiés aumentan la presión sobre él y los demócratas de cara a las elecciones del 8 de noviembre, particularmente para la más probable candidata presidencial del partido, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, que representa la mejor oportunidad del mandatario de asegurar que sus políticas no se reviertan.
La incertidumbre financiera generada por el Brexit amenaza con impactar con fuerza en la economía estadounidense y deshacer parte de la recuperación observada desde la llegada de Obama al poder a principios de 2009, en el apogeo de la crisis financiera.
A comienzos de esta semana, el plan de Obama para eliminar el fantasma de la deportación para millones de inmigrantes indocumentados fue anulado cuando la Corte Suprema dejó en punto muerto su plan para permitir que casi 4 millones de personas ingresaran a un programa que los protegiera de la deportación y les otorgara permisos de trabajo.
Y hace dos semanas, el peor tiroteo masivo en la historia moderna de Estados Unidos, ocurrido en un club nocturno gay en Orlando, planteó interrogantes acerca de cómo Obama está combatiendo el extremismo y sirvió como recordatorio de su fracaso para convencer al Congreso de modificar las leyes sobre tenencia de armas.
jcrh