El experimento es simple. El investigador realiza una pequeña incisión e introduce una batería de litio ultraplana dentro de una salchicha. Lo que sucede en apenas dos horas te dará una idea de la reacción química que se produce en el intestino de un niño si llegara a ingerir una de estas minúsculas pilas que se encuentran en casi todos los artefactos del hogar: controles remotos, electrodomésticos, computadoras, relojes, juguetes.

Lo que puede parece una posibilidad remota cobra gravedad frente a las múltiples historias de las víctimas, la mayoría de ellas menores de 5 años, como Summer Steer, una avispada e hiperactiva niña de Queenlsand, Australia, a la que la familia llamaba “nuestro pequeño cohete de bolsillo¨, que falleció en Julio del 2013 tras tragarse una de estas pilas.

Nadie en la familia ha podido determinar de dónde procedía la diminuta batería ni por qué razón Summer se la llevó a la boca, algo que por otro lado es un comportamiento común de muchos niños pequeños, así como mascotas.

Según las estadísticas, más de 80 niños en todo el país han sufrido daños permanente por las lesiones causadas por la ingestión de estas pilas, de ellos 15 han muertos, 11 de ellos solamente en los últimos 6 años. En 2010 se alcanzó la alarmante cifra de 3,400 casos de ingestiones de pilas reportados.

Frente a la cantidad de accidente letales por ingestión de baterías ultraplanas de litio, de las conocidas en el mercado como “button battery” (o pila de botón), los investigadores del Hospital Pediátrico de Filadelfia (CHOP), han publicado una serie de recomendaciones sobre el peligro que representan estas pilas, capaces de provocar severas quemaduras en el esófago en menos de dos horas.

“Cuando estas diminutas baterías se atascan en el esófago (garganta), la saliva produce una descarga eléctrica que activa una reacción química”. Las quemaduras producidas son bastante difíciles de controlar y continúan avanzando aunque la batería esté descargada.

¿Cuáles son las señales de que mi hijo se ha tragado una pila de botón?
Ganas repentinas de llorar (algunos niños pueden no experimentar ningún dolor)
Babeo
Pérdida repentina del apetito o los deseos de beber líquidos
Dificultad al tragar
Voz ronca
Vómitos
Angina (dolor en el pecho) o malestar
Dolor abdominal, sangre en la saliva y heces
Pila de botónTres tipos diferentes de pilas de botón.
Los síntomas anteriores también pueden confundirse con otro diagnóstico como una gripe común. Los padres o cuidadores deben pensar en esta posibilidad y hacer todos los exámenes necesarios para descartarla si observan cualquiera de estos síntomas.

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