GINEBRA, SUIZA.- William Spindler, portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) indicó que en lo que va del año, más de 2.500 personas han fallecido en el Mar Mediterráneo, intentando llegar a la Unión Europea. De ellas, 880 perdieron la vida la semana pasada.
Desde el inicio del año, cerca de 204.000 emigrantes y refugiados consiguieron llegar a territorio europeo. Tres de cada cuatro, principalmente sirios y afganos, entraron en Grecia antes del 31 de marzo.
Desde entonces, las llegadas a Grecia se redujeron drásticamente. Bruselas y Ankara acordaron que cualquier migrante que pisara Grecia después del 20 de marzo sin permiso de asilo sería reenviado a Turquía.
En lo que concierne a la circulación hacia Italia, 46.714 migrantes y refugiados fueron registrados, aproximadamente la misma cifra que en 2015, según ACNUR. De esta manera, el flujo que llega desde Libia se mantiene más o menos constante desde el año pasado. Casi la totalidad de los migrantes llegados a Italia proceden del África subsahariana.
La ruta entre África del Norte e Italia es la que se ha cobrado más vidas, reveló Spindler. «2.119 de las muertes registradas hasta el momento en 2016 fueron en este viaje», explicó.
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