ESTADOS UNIDOS.- De manera puntual, este lunes la sonda espacial de la NASA, Juno, llegó a su cita con el planeta Júpiter en busca de desentrañar los misterios del planeta más grande del sistema solar, escondidos bajo una espesa capa nubosa.
De acuerdo con Scott Bolton, del Southwest Research Institute en San Antonio, Texas y responsable científico de la misión, lo más difícil ha quedado atrás, que era llegar a Júpiter, el siguiente paso, es colocar a Juno en órbita planetaria.
La sonda de casi cuatro toneladas, impulsada por energía solar, efectuará una serie de 37 sobrevuelos alrededor de Júpiter, la mayor parte entre 10 mil y 4 mil 667 kilómetros sobre la espesa capa nubosa, durante una misión científica de 18 meses.
Los sobrevuelos de Juno serán mucho más próximos al planeta gigante que el precedente récord de 43 mil kilómetros establecido por la sonda estadounidense Pioneer 11 en 1974.
Este lunes, Juno, que avanza a 64 km por segundo, encendió su motor principal durante 35 minutos para frenar su trayecto de manera de ser capturado por la gravedad de Júpiter y colocarse en una órbita polar de 53.5 días.
Después de las dos primeras vueltas de 53.5 días, Juno se colocará a partir de octubre en una órbita de 14 días que le hará pasar sucesivamente cerca de los dos polos. Durante sus sobrevuelos, los instrumentos de la sonda penetrarán la espesa capa de nubes para estudiar las gigantescas auroras boreales, su atmósfera y su magnetósfera.
Uno de los objetivos principales de la misión será comprender mejor de qué se compone el interior, hasta ahora inobservable, del planeta gigante. Para lograr esto, Juno fue dotada con nueve instrumentos especializados, entre ellos varios europeos (incluidos franceses e italianos), van igualmente a medir las emisiones radiométricas de la atmósfera profunda del planeta, lo que permitirá conocer su composición, su estructura térmica y su ambiente ionizado.
Para protegerse de las fuertes radiaciones, Juno está provista de una sólida armadura de titanio que cubre sus instrumentos electrónicos, su computador a bordo y sus cables eléctricos. De 172 kilos, esta bóveda reducirá las exposiciones a las radiaciones 800 veces en comparación con la parte no protegida.
Juno lleva a bordo tres figuras Lego hechas de aluminio. Ellas representan a Júpiter, el rey de los dioses en la mitología romana; a su esposa y hermana Juno; y a Galileo, el científico italiano que descubrió las cuatro grandes lunas del planeta gigante.
Hace más de 20 años, la misión Galileo de la NASA permitió estudiar las lunas de Júpiter, entre ellas Europa, dotada de un océano de agua bajo su espesa capa de hielo, donde podrían existir organismos vivos.
Juno, una misión de mil 100 millones de dólares lanzada el 5 de agosto de 2011, va de igual modo a cartografiar los campos gravitacionales y magnéticos de Júpiter para determinar su estructura interna.
jcrh