WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Donald Trump lleva menos de un mes en la Casa Blanca y su administración ya vive su primer escándalo político. En este caso, se trata de Michael Flynn, asesor de seguridad del magnate, quien debió renunciar al cargo, debido a una investigación sobre si discutió la posibilidad de que Estados Unidos levantara sus sanciones contra Rusia antes de que el millonario republicano asumiera el poder.
Flynn presentó su renuncia horas después de que un portavoz de Trump dijo que el presidente estaba revisando la situación en conversaciones con el vicepresidente Mike Pence. Flynn dijo a Pence que no había discutido las sanciones con los rusos, pero posteriormente se descubrió que el tema sí se había tratado.
Lamentablemente, debido al rápido ritmo de los eventos, entregué involuntariamente al vicepresidente electo y a otros información incompleta sobre mis llamadas telefónicas con el embajador ruso. Me he disculpado sinceramente con el presidente y el vicepresidente, y han aceptado mis disculpas», dijo Flynn en su carta de renuncia.
El general en retiro Keith Kellogg, quien ha sido jefe de gabinete del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, fue nombrado como asesor de seguridad nacional interino mientras Trump determina quién debería ocupar el cargo. De igual forma, también se está considerado para el puesto a David Petraeus, exdirector de la CIA y general en retiro.
La renuncia de Flynn se conoce después de reportes de que el Departamento de Justicia advirtió hace semanas a la Casa Blanca que el general podría ser vulnerable a chantajes por sus contactos con funcionarios rusos antes de que Trump asumiera el poder el 20 de enero.
Un funcionario estadounidense confirmó un reporte del Washington Post que Sally Yates, entonces Fiscal General interina de Estados Unidos, dijo a la Casa Blanca a fines del mes pasado que creía que Flynn los había inducido a error sobre la naturaleza de sus comunicaciones con el embajador de Moscú en Washington.
Ella dijo Flynn podría haberse puesto en una situación comprometedora, que posiblemente lo habría dejado expuesto a chantajes. Yates fue despedida posteriormente por oponerse al decreto de Trump que prohibía temporalmente el ingreso de ciudadanos de siete países de población mayormente musulmana a Estados Unidos.
Moscú por su parte, prefiere no opinar sobre la dimisión del asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Michael Flynn, tras ser acusado de mentir sobre sus contactos con Rusia. El silencio oficial del Kremlin contrasta con las críticas abiertas de Leonid Slutski, jefe del comité de Asuntos Internacionales de la Duma o cámara baja del Parlamento ruso.
Slutski considera que Flynn ha sufrido una campaña de acoso y derribo con el único propósito de perjudicar las relaciones entre ambos países.
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