BATON ROUGE, ESTADOS UNIDOS.- Barack Obama, presidente de Estados Unidos, visitó este martes Baton Rouge en Louisiana, con el fin de atestiguar los daños que han sufrido hogares, escuelas y negocios, como consecuencia de las inundaciones que se han registrado en la zona en los últimos días.
“Estamos con el corazón destrozado por la pérdida de vidas”, expresó el mandatario en mangas de camisa y pantalón caqui en una improvisada rueda de prensa durante un recorrido por una de las calles afectadas en el este de Baton Rouge. Como parte de su mensaje, el mandatario señaló que su gobierno liberó 127 millones de dólares en ayuda federal para apoyar a la reconstrucción de casas.
Obama igualmente detalló que unas 100 mil personas han solicitado ayuda federal para reconstruir sus residencias.
Cabe señalar, que el presidente de Estados Unidos fue criticado por primero completar dos semanas de vacaciones en Martha’s Vineyard en Massachusetts, antes de inspeccionar de manera personal el daño de las inundaciones y reunirse con los damnificados.
Las zonas afectadas por las inundaciones, principalmente Baton Rouge y Lafayette, dejaron 13 muertos y más de 60 mil casas dañadas, en el peor desastre desde la tormenta Sandy hace cuatro años. Las inundaciones ocasionaron que unas tres mil personas permanezcan todavía en refugios, mientras que la Agencia Federal de Manejo de Emergencias se encuentra en la zona desde hace una semana.
Dado el costo financiero y humano del desastre, la visita del presidente es considerada tardía por algunos republicanos y ciudadanos de Louisiana.
La tardanza puso a la ofensiva a algunos republicanos en medio de la campana política por la presidencia y algunos criticaron a Obama por mantenerse en vacaciones jugando golf con cómicos como Larry David y estrellas del baloncesto como Alonzo Mourning, mientras miles de personas enfrentan la devastación.
El candidato presidencial republicano, Donald Trump, tras visitar el estado poco después de las inundaciones, dijo que la visita de Obama llega «demasiado tarde».
Trump y su compañero de fórmula, Mike Pence, recorrieron la zona la semana pasada como parte de una visita destinada a cubrir lo que veían como un vacío de liderazgo.
La fórmula republicana hizo una gira por las zonas dañadas por las inundaciones, y se reunió con grupos de iglesias, y distribuyeron materiales de construcción en una escuela secundaria. La visita del magnate fue bien recibida por las autoridades locales, y por el momento le dio a Trump la oportunidad de demostrar que posee la madera presidencial que él insiste que tiene.
jcrh