MOSCÚ, RUSIA.- Durante su discurso anual sobre el estado de la nación, Vladimir Putin, presidente de Rusia hizo gala de un tono inusualmente conciliador, indicando que quiere llevarse bien con Donald Trump, mandatario electo de Estados Unidos.
En discursos previos, Putin había usado discursos previos para atacar a Occidente y en particular a Estados Unidos, pero esta vez controló sus críticas y centró gran parte de su intervención en asuntos sociales y económicos locales.
No queremos confrontaciones con nadie. No lo necesitamos. No estamos buscando y nunca hemos buscado enemigos. Necesitamos amigos», dijo Putin a la élite política rusa, congregada en uno de los grandes salones del Kremlin. «Estamos dispuestos a cooperar con el nuevo gobierno de Estados Unidos. Tenemos una responsabilidad conjunta para garantizar la seguridad internacional», agregó. Cualquier cooperación entre Estados Unidos y Rusia debería ser beneficiosa para ambos, señaló.
De acuerdo con expertos y analistas, este último comentario hacen referencia a la situación en Siria, donde Moscú apoya al presidente Bashar al-Assad, mientras el gobierno saliente de Estados Unidos respalda a los rebeldes alzados en su contra.
Si bien el tono de Putin fue más suave de lo habitual, dejó claro que Rusia seguirá defendiendo con fuerza sus propios intereses. Tras quejarse de lo que calificó como «mitos» sobre las agresiones rusas o su interferencia en las elecciones de otros países. «Construiremos nuestro futuro sin los consejos de nadie más», declaró.
No obstante, el objetivo principal del discurso de Putin pareció ser el pueblo ruso. Su mensaje fue que lo peor de la crisis económica quedó atrás y había llegado la hora de mejorar los estándares de vida invirtiendo más en educación y salud.
jcrh