NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- El año 2015, será recordado por el récord histórico de 65.3 millones de personas que en el mundo, huyeron de guerras, persecuciones y violencia. De esta manera, se superó en 9.7 por ciento lo registrado en 2014, de acuerdo con el último informe del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

A fines de 2014, el total era de 59.5 millones. Es la primera vez que se supera el umbral de los 60 millones.

Alrededor de la mitad de los refugiados en el mundo son niños y la guerra en Siria -afirmó ACNUR- sigue siendo la principal causa mundial de la huida.

El informe anual de ACNUR «Global Trends» (Tendencias globales) precisa que el total de 65.3 millones comprende 3.2 millones de personas que esperaban decisiones sobre su pedido de asilo en países industrializados a fines de 2015 (el mayor total registrado jamás por la ONU), 21.3 millones de refugiados (1.8 millones más que en 2014 y el dato más alto desde el comienzo de los años 90), y 40.8 millones de personas obligadas a huir de sus casas pero aún situadas dentro de las fronteras de su país (el mayor número jamás registrado, con un aumento de 2.6 millones respecto de 2014).

A nivel global, una de cada 113 personas hoy en día es solicitante de asilo, desplazado interno o refugiados: «Un nivel de riesgo sin precedentes», afirmó el ACNUR. En total, el número de personas obligadas a la huida supera el número de habitantes de países como Francia, el Reino Unido o Italia.

«Más de 65 millones de personas en el mundo fueron obligadas a dejar sus casas, es un nivel sin precedentes», alertó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en ocasión de la Jornada Mundial de los Refugiados.

La cumbre de alto nivel programada para el 19 de septiembre en la ONU ofrecerá una ocasión histórica para acordar un pacto global y el compromiso para una acción colectiva», subrayó Ban.

«Esta Jornada es el momento de analizar el impacto devastador de guerras y persecuciones, pero también para rendir homenaje a las comunidades y Estados que reciben y albergan a los refugiados. El aumento de la xenofobia y las restricciones en materia de acceso al asilo se hicieron cada vez más visibles en algunas regiones, donde el espíritu de compartir las responsabilidades fue reemplazado por la intolerancia», concluyó Ban, aunque indicando que en muchos países hubo «extraordinarias manifestaciones de solidaridad».

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