WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- James Robart, un juez de Seattle, bloqueó a nivel nacional el decreto que prohibía el ingreso de ciudadanos de siete países a Estados Unidos, especialmente musulmanes y refugiados. La suspensión fue efectiva inmediatamente, lo que sugiere que las restricciones a los viajes se podrían levantar en seguida.
Como era de esperarse, la determinación no gustó a Donald Trump, por lo que el presidente de Estados, calificó la determinación como «ridícula», amenazando con buscar anularla.
«¡La opinión de este supuesto juez, que esencialmente lleva a las fuerzas del orden fuera de nuestro país, es ridícula y será derrotada!», aseguró en su cuenta de Twitter.
El mandatario estadunidense también escribió que, cuando un país no es capaz de decidir quiénes ingresan al país, es un gran problema. Además, dijo sobre los países de Medio Oriente que están de acuerdo con el veto migratorio porque, supuestamente, ellos saben quiénes «están involucrados en su destrucción».
El veto migratorio fue aprobado el 27 de enero, lo que provocó manifestaciones en las principales calles del país y en todos los aeropuertos, donde exigían que los ciudadanos de otras naciones pudiesen ingresar a la unión americana.
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