La Organización Mundial de la Salud define al asma como enfermedad crónica cuya característica es la disnea (falta de aire) y sibilancias (silbidos de pecho), que varían en severidad y frecuencia de una persona a otra.
En el mundo uno de cada diez niños en el mundo presenta dicha deficiencia. El diagnóstico puede ayudarle a superar su problema al hallarse en condiciones de practicar un deporte. Entre las personas que han sufrido asma han llegado a ser campeones olímpicos.
El caso más famoso es el del nadador estadounidense Mark Spitz, quien a pesar de sufrir esta enfermedad logró colgarse siete medallas doradas de natación durante los Juegos Olímpicos de Munich 1972.
Pero no solo el “Tiburón”, como se lo conoce, triunfó en el deporte a pesar de ser asmático.
También el exfutbolista del Manchester United Paul Scholes fue un referente del fútbol británico durante una década y fue capaz de superar esta afección, que le había sido diagnosticada a los 21 años.
Pero no es indispensable reflejarse en el deporte de alta competencia, lo cierto es que si la persona está bajo un tratamiento de control, los expertos afirman que no hay razones para que no pueda practicar una actividad física.
Entre los jóvenes de quienes han sufrido ataques de asma figura la corredora de fondo, Paula Radcliffe, quien triunfó en varias competencias alrededor del mundo, incluyendo desde luego el maratón de Londres. Para esta atleta, lo determinante era el calentamiento, hacer estiramientos y carreras lentas para acondicionar el cuerpo.
Pero no todo es correr o jugar futbol, la práctica más recomendada es la natación y especialistas afirman que la mejor opción para quienes sufren de esta dolencia
Respiratoria, porque no provoca excesiva presión pectoral y se practica en ambiente húmedo. Aconsejan que practicar en intervalos menores de seis minutos para no producir un ataque de asma, las carreras de relevos o los deportes de equipo, son indicados para los asmáticos.
La mayoría de las personas que sufren asma toman dos clases de medicinas mediante inhalación para mejorar su respiración -una para prevenir episodios, otra para controlar los picos de asma-, aunque saben que la dolencia en sí no es algo que se pueda curar.
Por ejemplo, Scholes realizaba inhalaciones 20 minutos antes de cada partido.
Lo mismo hace Radcliffe, quien utiliza la droga que “alivia” antes de cada competencia, mediante los muy conocidos inhaladores que los asmáticos suelen tener a mano.
Sin embargo, ella también toma la droga “preventiva” dos veces por día. De esta manera logra controlar los agentes que pueden disparar un ataque de asma. Pero no solo son la natación o las carreras por relevos buenos deportes para las personas que sufren de asma.
De acuerdo al médico deportivo John Bottrell, las artes marciales son un ejercicio adecuado debido a que se practica bajo techo y, por lo general, con movimientos cortos que permiten a las personas estar en forma y aumentar masa muscular. También el trabajo con pesas sirve para varias cosas: aumentar masa muscular y perder algo de peso.
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