VIENA.- Desde la manifiesta actitud de Donald Trump por erigir un muro que divida a Estados Unidos de México, la moralización en los medios y declaraciones airadas sobre los planes del nuevo presidente, poco han publicado sobre la alianza militar que se fragua para blindar las fronteras del sudeste del continente frente a Oriente Medio y África.
Si bien los orígenes del muro en México inició con Bill Clinton, la conferencia ministerial celebrada hace días en Viena ha decidido militarizar las fronteras de los Balcanes y completar muchas de las vallas que vienen construyendo desde que comenzara Hungría con su labor.
Se dieron cita los ministros de Defensa y del Interior de una docena de países de Europa y suroriental miembros y no miembros de la Unión Europea. En esta conferencia ministerial se anunciaba el urgente establecimiento de «nuevas medidas para garantizar la seguridad y el control de las fronteras y central y sucombatir la inmigración ilegal», «en una estrecha coordinación militar y policial» entre los países implicados con un permanente enlace entre los Estados Mayores de los países de la región.
Ya sin eufemismos, en la presentación de los acuerdos por el ministro de Defensa de Austria, Hans Peter Doskozil, quedó claro que se trata del embrión de una nueva alianza militar para el blindaje de todas las fronteras a lo largo de las diversas variaciones de la Ruta de los Balcanes entre Turquía y el Mediterráneo y el corazón de Europa, la meta apetecida de los inmigrantes ilegales que es la oferta estrella de los traficantes, Alemania y Suecia.
Esta alianza militar que se fragua entre miembros de la UE y de la OTAN pero al margen de ellas y con países que no son miembros ni de una ni de la otra como Serbia, busca «cerrar definitivamente la ruta de los Balcanes a la inmigración ilegal y las actividades criminales de los traficantes». Austria ya ha anunciado que cambiará sus leyes para permitir a sus soldados intervenir en otros países, no solo en acciones humanitarias sino también en la protección de fronteras.
El Gobierno de Berlín no participó en la reunión de Viena. Y pudiera ser que le haya gustado esta iniciativa balcánico-mitteleuropea tan poco como a Bruselas. Desde la Comisión, el vicepresidente Frans Timmermans criticó que «ciertos países» consideren que el problema se puede resolver exclusivamente con medidas de control fronterizo.
Y lamentó la escasa disposición de general a recibir refugiados. Participaron en el encuentro de Viena ministros de Defensa e Interior de Bulgaria, Croacia, Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, República Checa, Hungría, Grecia, Austria, Albania, Bosnia-Herzegovina, Macedonia y Montenegro y Serbia.
El objetivo declarado de esta alianza militar y policial es la defensa de los países del sudeste europeo ante la amenaza de la inmigración masiva desde Oriente Medio y el Mediterráneo. Antes de abril habrá sido establecido el mecanismo de coordinación entre los estados mayores de los ejércitos de los países implicados.
En los próximos meses se hará una evaluación urgente de las necesidades en las diversas fronteras susceptibles de ser utilizadas por los traficantes o los movimientos incontrolados de posibles flujos futuros. Se incluye la ampliación de construcción de vallados allá donde sean necesarios y aún no hayan sido construidos.
Lo cierto es que hoy tanto Croacia, Bulgaria, Eslovenia, Macedonia y Austria cuentan ya con vallas similares en diversas fronteras. Y se prepara la construcción de numerosos tramos, también en la frontera de Austria con Italia.
En Austria alarma también la evolución de la situación en Italia. La práctica ahora habitual de los numerosos barcos de salvamento de los países europeos de llevar a los rescatados a territorio italiano se ha convertido en la mejor publicidad para los traficantes. Los traficantes han logrado que los barcos de las marinas europeas y las ONG hagan sus trabajo.
Por eso en Viena también se demandó una cumbre sobre la repatriación que encuentra inmensas dificultades tanto por la falta de documentación de muchos como por la negativa de muchos países de origen de recibir a los deportados.
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