BOLONIA ITALIA.- Hablar de Ducati, es hacerlo de una de las marcas de motocicletas más reconocidas a nivel mundial. Sin embargo te sorprendería saber que los vehículos de dos ruedas, no fueron precisamente su primer objetivo.

Su historia, arranca en 1926, cuando fue fundada por el ingeniero Antonio Cavalieri Ducati, Carlo Crespi y tres de sus hijos. En un principio, la empresa estaba dedicada a la manufactura de aparatos de radio y radioelectrónica en general.

En 1946, aprovechando que la Siata (Società Italiana Applicazione Tecniche Auto-Aviatorie) había desarrollado un pequeño motor auxiliar de cuatro tiempos, perfecto para acoplar a las bicicletas, conocido como «Cucciolo» (cachorro de perro) de 48 cc (39 x 40 mm) que rendía 1 CV a 4500 rpm y tenía un bajo consumo. Así las cosas, Ducati llega a un acuerdo con Siata para compartir la producción.

Fue tal el éxito, que en ella corrió Glauco Zitalli en 1947, con la cual logra el reconocimiento internacional y es presentada al año siguiente en Estados Unidos.

Dos años después, es decir en julio de 1949 cuando se comienza a fabricar la primera verdadera motocicleta la Ducati 60, un ciclomotor económico que da paso a la creación del primer equipo de carreras, que participa en competencias de resistencia, como la famosa carrera Milan-Taranto.

A partir de entonces, Ducati, estaría destinada a grandes cosas. En mayo de 1954, llega a la empresa el ingeniero Fabio Taglioni, y con él, tiene lugar su primer gran proyecto: la motocicleta Gran Sport “Marianna”, que se convierte en la reina indiscutible de las competencias de gran fondo entre los años 1955 y 1957.

Otro de los grandes modelos de Ducati, tiene lugar en 1956, cuando el propio Taglioni diseña y construye la 125, la cual contaba con un sistema desmodrómico, que dos años más tarde evoluciona en la bicilíndrica paralela. Fue la llamada “Apollo”, con la configuración del motor en L, que al lograr tal éxito, el aamericano Joe Berlrliner la importa a Estados Unidos.

Su entrada al mundo de las carreras, tuvo lugar en la década de los 70, y en este lapso, logra colocarse como una de las firmas de mayor calidad y competitividad. En 1972, Paul Smart gana las 200 millas de Imola. Se trata de uno de los triunfos más importantes de esta empresa, que continúa con las innovaciones en la planta de Borgo Panigale, donde se fabrica la primera maxi-moto.

Y no solo logra avances tecnológicos, sino también triunfos inobjetables como el logrado por Franco Uncini, quien conquista el campeonato italiano con la 750 SS Desmo 1975, mientras que Mike Hailwood gana en el Tourist Trophy en 1978 con la Ducati 900 Supersport.

En 1983 la compañía es comprada por Claudio and Gianfranco Castiglioni, y pasa a formar parte del Cagiva Group. Bajo su dirección conseguiría importantes victorias en el sector del motociclismo deportivo. Ejemplo de esto, el campeonato del mundo Superbike, logrado por Marco Luchinelli, al mando de una Ducati 851.

En 1991, igualmente se coloca como la reina indiscutible del campeonato Superbike, gracisa a su modelo 888.

Un hito en la ya gloriosa historia de Ducati, tuvo lugar en 1993, cuando diseñó a la que se considera como la moto más bella de los últimos 30 años, la Monster, obra maestra de Massino Bordi, misma que debutó en Superbike  en 1994. Por cierto, se le llama así, porque se diseñó a partir de otras piezas de motos Ducati.

Fue en la modelo 916 donde se aumentó la cilindrada a 996 cc, con la cual Carl Forgarty, conquista en 1999 su cuarto y último título Superbike. En la década de  2000, con la Moto GP, Loris Capirossi obtiene el primer triunfo histórico a nivel  mundial, en el circuito de Cataluña.

Hablar del legado deportivo de Ducati, es hacerlo de una firma con 6 campeonatos de constructores del mundial de Superbikes: 2009, 2008, 2006, 2004, 2003, 2002, 2001, 2000, 1999, 1998, 1996, 1995, 1994, 1993, 1992 y 1991

Actualmente esta empresa es propiedad de la marca Audi.