Dos de los principales factores que intervienen para que un mexicano acepte un empleo son la oportunidad de desarrollo profesional y el sueldo.
Sin embargo, las prestaciones laborales y el balance entre trabajo y vida personal han cobrado mayor fuerza en los últimos años, esto se debe a que cada vez más personas, lo de la generación Millennial, están incorporándose al mercado laboral.
Incluso para la generación que viene detrás de ellos. Lo que antes determinaba la decisión de tomar o no un empleo era el sueldo, poco a poco las oportunidades de desarrollo y el balance entre el trabajo y vida están tomando más importancia a la hora de decidir.
A las nuevas generaciones también le interesa el ambiente laboral, la cultura y valores organizacionales que pueden ofrecer las firmas al momento de emplearse.
Además, el tiempo de traslado también es un factor que influye en la decisión de dónde trabajar; la mayoría busca un trabajo que esté de 30 a 60 minutos de su casa. Si bien aún es alto el tiempo de traslado, los que viven en ciudades como la de México han asumido que ese es el costo de vivir en la CDMX.