El balance de riesgos para el crecimiento económico de México siguió deteriorándose, ante la posibilidad de que se realicen las políticas proteccionistas comerciales, migratorias o fiscales en los Estados Unidos, y vayan en detrimento de la economía nacional o incluso que aumente el proteccionismo a nivel global, coincidieron los integrantes de la junta de gobierno del Banco de México (Banxico).

En la última reunión de política monetaria, destacaron que a estos riesgos se añaden la política monetaria por parte de la Reserva Federal, nuevos episodios de turbulencia en los mercados financieros internacionales, y factores de naturaleza interna como una caída en los salarios reales y el consumo privado, como resultado del aumento en la inflación, y reducciones adicionales en la producción de petróleo.

Una de las principales preocupaciones de los integrantes del Banxico es la evolución de la inflación general anual que alcanzó un nivel de 4.72 por ciento durante enero, tras haberse mantenido por debajo de 3 por ciento durante diecisiete meses consecutivos y cerrar 2016 en 3.36 por ciento.

La mayoría atribuyó el incremento de enero, en gran medida, al efecto de los ajustes en los precios de algunos energéticos, principalmente los de las gasolinas. Uno de los miembros sostuvo que este incremento fue superior al esperado, debido a que el ajuste en los precios de las gasolinas fue mayor al anticipado.

Incluso, advirtieron que durante el año en curso el indicador se vea afectado de manera temporal, tanto por cambios en precios de las mercancías y los servicios, derivados de la depreciación que ha presentado el tipo de cambio real, como por el impacto transitorio de la liberalización de los precios de las gasolinas.

Por otra parte, la mayoría explicó que las expectativas de inflación también podrían verse afectadas al alza, ante el riesgo de que los incrementos en los precios de los energéticos se eleven más allá de su impacto natural y afecte los precios de aquellos bienes y servicios que los utilizan como insumos en su producción.

Así, “la mayoría prevé que durante 2017 la inflación se ubique por encima de la cota superior del intervalo de variación del Banco de México”, de tres por ciento más menos un punto porcentual.

Otro de los temas abordados durante la reunión, fue la urgencia de consolidar las finanzas públicas del país, ya que se advirtió que una postura sólida es esencial para reducir la percepción de riesgo en la economía, creándose un entorno más propicio para el crecimiento y la estabilidad de precios. Algunos miembros recalcaron que es muy importante que el Gobierno federal cumpla con sus metas fiscales.

Finalmente, advirtieron que hacia adelante, la Junta de Gobierno seguirá muy de cerca la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas de mediano y largo plazo, en especial del traspaso potencial de las variaciones del tipo de cambio y de las cotizaciones de las gasolinas al resto de los precios, así como la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos.

aegm.