WASHINGTON,- El Senado se halla en problemas a causa de un impuesto en la zona fronteriza, el senador David Perdue  R-Ga., rechaza esta disposición y ha instado a sus colegas para que la propuesta de imponer un impuesto del 20 por ciento sobre las importaciones en los Estados Unidos.

La Casa Blanca había determinado fijar el arancel en 35% en principio, pero Perdue argumenta que dicho impuesto es regresivo y un martillazo para los consumidores y afecta al crecimiento económico.

Con anterioridad el congresista se desempeñó como CEO de Dollar General, una empresa que importa en gran medida para vender a minoristas en Estados Unidos, la mayor parte de los artículos que comercia son fabricados en Asia y venderlos significa incrementar el precio lo que incrementará el costo a los consumidores.

Por supuesto que el código fiscal requiere de un cambio sustancial aunque se debe recordar que en ocasiones en el Congreso se combinan las buenas ideas con las malas y llegan a generar ley. El impuesto en la frontera es una mala idea y no debe convertirse en parte permanente del regimen de impuestos ha escrito Perdue.

Este aspecto genera a los republicanos en la Cámara,un primer obstáculo en su intento de aprobar una reforma tributaria para finales de año. Otros senadores republicanos, incluyendo Mike Lee de Utah y John Cornyn de Texas también han expresado su escepticismo sobre el impuesto-ajuste en las fronteras.

La Casa Blanca esgrimió el argumento de fijar un impuesto del 20 por ciento en especial a las importaciones de México como método para agenciarse los fondos que permitan construir el muro fronterizo y que a México le implicaría un costo de 15 millones de dólares o más.

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