ESTADOS UNIDOS.- La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, significa un nuevo elemento de presión para las automotrices, dada su dependencia del libre comercio con México.
De igual forma, podrían también verse afectadas si la inestabilidad en los mercados financieros debilita la confianza de los consumidores en Estados Unidos y otros mercados importantes, en momentos en que el crecimiento en las ventas de automóviles se ha estancado.
Recordemos que parte importante de la plataforma de Trump durante su carrera a la Casa Blanca, estuvo en su promesa de abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y rechazar o renegociar otros acuerdos resonó en los votantes de estados industriales y unió a los obreros con sus críticas contra las automotrices que llevaron sus plantas a México.
Inclusive, en más de una vez el republicano amenazó con bloquear la apertura de una nueva planta de Ford Motor Co en México y amenazó con imponer aranceles a automóviles que las fábricas ingresaban por la frontera.
Tras conocerse la victoria del magnate, Ford, el segundo fabricante de automóviles más grande de Estados Unidos, dijo que trabajará conjuntamente con el nuevo presidente electo. De igual forma, los diversos grupos y compañías industriales del país dijeron el miércoles que querían trabajar con el nuevo Gobierno.
General Motors Co, igualmente dijo en un comunicado que «espera trabajar con el presidente electo Trump y el nuevo Congreso sobre políticas que apoyen una industria estadounidense fuerte y competitiva».
Entre 1994 y 2013, los puestos de trabajo en la industria automotriz estadounidense cayeron en un tercio mientras que los empleos en México aumentaron casi cinco veces en el mismo período, cuando la producción con mano de obra barata tuvo un auge.
México representa hoy en día un 20 por ciento de toda la producción de vehículos en América del Norte y ha atraído más de 24.000 millones de dólares en inversiones en el sector desde el 2010, según el Centro de Investigación Automotriz, con sede en Ann Arbor.
Basado en los planes actuales de inversión, la capacidad de producción automotriz de México crecerá otro 50 por ciento en los próximos cinco años, estimó el centro, financiado por la industria automotriz. Varias automotrices estadounidenses han destinado miles de millones de dólares a inversiones basadas en el comercio relativamente libre con México, China y otros países.
jcrh