CIUDAD DE MÉXICO,- Los insectos -en los últimos tiempos-, se han convertido además de un festín sofisticado además de un lujo para los comensales; manjares como el caviar blanco o hueva de caracol que suele alcanzar un precio de hasta 10 mil pesos el kilogramos, el kilo de chapulines cuesta alrededor 66 por ciento menos que un kilo de carne.
“Los insectos tienen más proteína que la carne. Si comparas un kilo de insecto con un kilo de carne, el kilo de chapulín puede tener un 65 u 80 por ciento de proteínas contra un 50 o 55 por ciento de la carne”, dijo Roberto Celis, director general de Be Xoo que comercializa y desarrolla alimentos a base de insectos.
Los favoritos en México son los escamoles, que se venden entre 600 y 800 pesos por kilo y el jumil que cuesta dos mil pesos por kilo.
Para la cerveza y el mezcal está el ya muy conocido gusano de maguey o chinicuil, que en el mercado se puede encontrar en máximo 100 pesos, por una bolsa de 100 gramos.
“La producción es artesanal, en el sentido de que no hay granjas en México, es algo triste porque ya la Unión Europea el año pasado contempló la comercialización de insectos dentro de sus normas”, dijo Celis, esto pese a que la FAO considera que su producción en masa es algo viable, tanto económicamente como amigable con el medio ambiente.
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