HOUSTON,-  La presencia de Exxon Mobil y Hess, el pasado 13 de enero dieron a conocer la perforación exitosa  de un pozo de aguas profundas que confirmaría que el suelo marino de las costas de Guyana contiene una riqueza petrolera y de gas natural que estaría entre los mayores descubrimientos de su tipo en décadas.

Con esto, Guyana el pequeño país sudamericano de habla inglesa, se apresta a volverse el siguiente gran productor de petróleo en el hemisferio. Los expertos estiman que solo en Liza, uno de los pozos petroleros en el litoral guyanés, habría 1,4 mil millones de barriles de crudo mezclado con gas natural, cifra comparable con los campos más grandes de Sudamérica que han sido perforados.

Con una población de menos de un millón de personas en Guyana, ubicada al norte de Venezuela, el país podría exportar prácticamente todo el petróleo que produzca, lo que se prevé que sería en 2020.

Estimados de cuánto petróleo recuperable podría conseguirse en los yacimientos de Guyana rondan los cuatro mil millones de barriles. Al precio actual, eso significaría 200 mil millones de dólares en ingresos petroleros. Pero el país, que actualmente produce poca energía de combustibles, necesita desesperadamente el desarrollo de oleoductos y más infraestructura como para poder llevar a cabo tales esfuerzos de producción y exportación.

“No es común que un país acelere de cero a cien así de rápido”, dijo Matt Blomerth, director de Investigación Ascendente en Latinoamérica para la consultoría Wood Mackenzie. La emoción entre la industria sobre Guyana fue atizada el viernes pasado después de que Wood Mackenzie emitiera un reporte que dice que la nación “está sumándose rápidamente a las filas de los jugadores serios de petróleo y gas”.

Los descubrimientos en Guyana también aumentarían las reservas de Exxon Mobil. Rex Tillerson, exdirector ejecutivo de la petrolera, tenía planeado viajar al país sudamericano para reunirse con su presidente, David Granger, aunque el encuentro fue cancelado después de que Tillerson fuera nominado para el cargo de secretario de Estado estadounidense.

Los ambientalistas han advertido que el involucramiento de Tillerson con el proyecto de Guyana podría causar conflictos de interés si el Senado de Estados Unidos lo confirma en el puesto.

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