CIUDAD DE MÉXICO,- La tecnología sin duda se ha convertido en un magnífico aporte para la humanidad porque permitirá eficientar sus líneas de producción a las empresas como de logística. Ante ello, diversas empresas ya utilizan robots para figurar en el nivel de competencia.
Sin embargo este marcado adelanto, significa retroceso porque alrededor de 25 millones de trabajadores pueden estar en peligro al verse desempleados, según informe presentado por McKinsey Global Institute. Resulta obvio que la automatización ha dejado de considerarse como ciencia ficción, es ya palpable realidad.
El reporte señala que hacia el año 2055, entonces serán alrededor de 60.6 millones de plazas en Estados Unidos, quienes se hallen en riesgo y en el mundo, la mitad de la fuerza laboral sería automatizada. Ahora cabe preguntar si las compañías incrementan el uso de robots en las líneas de producción o algoritmos buscando optimizar su logística, entonces los trabajadores tendrán que aplicarse en tecnología.
Estar en condiciones de manejar inventarios, realizar funciones clave dentro de los negocios. McKinsey Global Institute estima que la automatización podría aumentar el crecimiento de la productividad global en 0.8 y 1.4 por ciento anualmente.
Sobre el estudio refleja que el impacto de la automatización en 54 países que cubre el 78 por ciento del mercado global laboral para conocer cuando los rubros, las máquinas reemplazarán a los humanos. Mientras que menos de 5 por ciento de todos los empleos pueden ser completamente automatizados con tecnologías probadas, cerca del 60 por ciento de todas las ocupaciones tienen al menos un 30 por ciento de actividades que pueden ser hechas por un robot.
A pesar de que es un fenómeno mundial, China, India, Japón y Estados Unidos, representan algo más de la mitad de los salarios totales y casi dos tercios del número de empleados asociados con actividades técnicamente automatizables adaptando tecnologías actualmente demostradas.
El estudio identifica a economías emergentes con poblaciones más jóvenes —India, Indonesia, México, Nigeria, Sudáfrica y Turquía— con aspiraciones de crecimiento a largo plazo, con el fin de elevar el nivel de vida de la población, que va en aumento.
En China e India el potencial de automatización es de 52 y 51 por ciento de los empleos, respectivamente, que representan 395.3 y 235.1 millones de empleos en cada caso.
En Singapur o Noruega sólo 1.2 y 1.1 millones de empleados son potencialmente automatizables.
Los países con fuertes tasas de crecimiento de la población verán que la proporción entre el trabajo y la población total alcanzará su punto máximo en la década de 2050, asegurando que cuenten con la mano de obra necesaria para mantener el PIB per cápita.
Aún así, en estos países, la automatización por sí sola no será suficiente para satisfacer las aspiraciones de crecimiento y se necesitarán otras palancas de productividad para sostener su desarrollo económico, advierte el documento.
McKinsey Global Institute recomendó a los hacedores de políticas de los gobiernos elevar las capacidades y habilidades entre la población y promover la creación de empleo. En tanto que los trabajadores necesitan trabajar más cercanamente con la tecnología para identificar las áreas que no pueden ser sustituidas.
r3