BRUSELAS.- Importante avance conseguido por la Unión europea (UE) hacia la ratificación de su acuerdo de libre comercio con Canadá (CETA), al aprobar hoy el texto de la comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo (PE).

La posición de esa influyente comisión parlamentaria deja entrever el resultado del voto en sesión plenaria, que tendrá lugar en febrero y es esencial para validar el pacto.

Para el relator del texto en la Eurocámara, el conservador Artis Pabriks, el respaldo de los diputados es prueba de que “tienen la capacidad y el deseo de actuar a favor de los ciudadanos europeos” en un momento de “creciente proteccionismo y populismo”.

“La ratificación de ese acuerdo con Canadá permitirá que el comercio continúe aportando riqueza a ambas partes de nuestra amistad transatlántica”, defendió antes de la votación.

De recibir luz verde del PE, el CETA podrá entrar en vigor provisionalmente a partir de abril, antes de someterse a la ratificación de los parlamentos nacionales y regionales de algunos países de la UE.

La legislación belga, por ejemplo, determina que el acuerdo debe ser ratificado por cada uno de los tres parlamentos regionales del país para que pueda pasar al parlamento nacional.

El pasado octubre, el parlamento de la región belga de Valonia bloqueó durante días la firma del pacto, hasta lograr salvaguardas para el sector agrícola europeo y la clara prohibición de comercializar organismos genéticamente modificados y de emplear hormonas en la producción bovina.

Las negociaciones de última hora han obligado la UE a cancelar una cumbre bilateral con Canadá.

Fruto de siete años de negociaciones, el CETA removerá tarifas para un 90 por ciento de los intercambios comerciales de bienes y servicios entre ambos socios y armonizará procedimientos de certificación y homologación de productos.

También abrirá acceso a los respectivos mercados públicos para las empresas de la otra parte, tanto a nivel federal como municipal.

El acuerdo dará origen a un mercado de libre comercio de 550 millones de consumidores y aumentaría en un 20 por ciento los intercambios de bienes y servicios entre los dos socios, según la Comisión Europea.

Está considerado por la UE como modelo para sus futuras relaciones comerciales con otros países.
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