CIUDAD DE MÉXICO.- La operadora Cicsa -propiedad del empresario Carlos Slim- y la mexicana ICA, con marcado apalancamiento financiero le sirvió para adjudicarse la construcción de la terminal del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).
El consorcio también incluye a las empresas Promotora y Desarrolladora Mexicana (Prodemex), de Olegario Vázquez Aldir; La Peninsular -unidad de construcción de Grupo Hermes- de Carlos Hank Rhon; Constructora y Edificadora GIA+A (GIA), fundada por Hipólito Gerard; así como filiales de las empresas españolas Acciona y FCC -controlada por Slim-.
La propuesta del grupo fue la de mejor puntaje en las propuestas técnica y económica.
La terminal de pasajeros es la joya del multimillonario proyecto aeroportuario que diseñaron el arquitecto británico Norman Foster y el mexicano Fernando Romero, yerno de Slim
El consorcio competía contra otros dos grupos: el de Mota-Engil México, Calzada Construcciones e Impulsora de Desarrollo Integral, Construcciones Aldesem, Construcciones Urales y Jaguar Ingenieros Constructores; y el que conforman Omega Construcciones Industriales, Construcciones Rubau y Desarrollo y Construcciones Urbanas.
La propuesta del consorcio de Mota-Engil México era de 90 mil 73 millones de pesos y el de Omega de 87 mil 500 millones de pesos.
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