PUEBLA, PUEBLA.- Rey David García Avendaño, líder del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz, Similares y Conexos, Volkswagen de México (Sitiavw), informó que los trabajadores poblanos de la armadora alemana, recibirán sólo 32 días de salario en concepto de utilidades, la garantía mínima reflejada en el contrato, como consecuencia de que el 2015 fue un año difícil para la empresa.

Los empleados de la planta ubicada en el municipio poblano de Cuautlancingo recibirían así este año, de acuerdo a su contrato colectivo de trabajo, una «garantía» de 32 días de salario, independientemente de si las utilidades de la empresa fueron menores. Hasta 18 de estos jornales se entregarían en este mes de mayo, ya que 14 más son adelantados en diciembre.

Si la utilidad no superara esos 32 días de salario, el trabajador los tiene asegurados. Estamos en espera de analizar la carátula fiscal para determinar si hay una situación adicional o si se aplican los días», apuntó el líder sindical. «Recordemos que el 2015 fue un año difícil entonces muy probablemente sólo se aplican los días de garantía».

El sindicato de Volkswagen examinará en profundidad la carátula fiscal correspondiente al año 2015 presentada por la empresa alemana, con el fin de poder defender mejor los intereses de sus agremiados. «La impugnación depende del análisis, una vez que se analice, -hay que- ver si hay alguna inconsistencia que se debe hacer para la impugnación correspondiente», señaló García Avendaño.

El reparto de utilidades del año pasado también suscitó ciertas inconformidades entre los empleados de la automotriz. Los trabajadores sindicalizados denunciaron entonces, que esta prestación se había reducido considerablemente.

Durante el año pasado Volkswagen, de acuerdo a información de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), fabricó en México 457 mil 517 vehículos y exportó 475 mil 121 automotores, lo que supuso un descenso de un 3.71 y un 1.18 por ciento respecto a cifras del 2014.

Y es que la marca sufrió afectaciones en su prestigio internacional después de que en septiembre pasado la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) desvelara la instalación ilegal de un software en los motores de algunos modelos que modificaba los resultados de controles técnicos de emisiones.

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