BRUSELAS, BÉLGICA,- Europa se halla en el ojo del huracán y los efectos del Brexit trastocaron ciertos valores y algunos ingleses arrepentidos buscan cambiar la solución al problema. Junto a este factor adverso se debe anexar el efecto Trump, que enfrenta a los dirigentes del viejo continente a sus propias vulnerabilidades.
Si bien llegaron a pensar que el brexit era una aberración, la elección de Trump nubla el panorama. Frente a las expectativas destrozadas, es claro que la atención se centre en el corazón de Europa occidental: Francia, Alemania, Austria e Italia porque próximamente habrán elecciones o referéndums.
Pero la brillantez del sol dista de alegrar a los líderes de Europa, existen diversos políticos listos para tomar impulso merced al triunfo de Donald Trump en Estados Unidos. Marine Le Pen, del ultraderechista Frente Nacional de Francia, predijo que la victoria de Trump se traducirá en su victoria en las próximas elecciones presidenciales en Francia, publica Huffington Post.
El cambio en el estado de ánimo en Europa fue evidente cuando el presidente Barack Obama visitó Europa a principios de este mes. Matteo Renzi, joven y carismático primer ministro de Italia, se sentó a la derecha de Obama en su mesa redonda de despedida en Berlín, desplazando a la primera ministra británica, Theresa May.
El italiano podría enfrentar su propio final político a manos de los populistas impulsados por la victoria de Trump. Renzi ha llamado a un referéndum para impulsar reformas políticas necesarias, pero el referéndum se ha transformado en una votación sobre él, y dijo que si el resultado va en su contra dejará el cargo.
La repetición de las elecciones presidenciales en Austria el domingo, el mismo día que el referéndum de Renzi, también podrían apuntar a un “efecto Trump”. Los austríacos actualmente parecen destinados a la victoria de Norbert Hofer, un nacionalista que utiliza la retórica de estilo Trump, entre otras cosas, en lo que se refiere a la inmigración, destaca The Guardian.
El candidato ecologista Alexander Van der Bellen había ganado en la segunda vuelta por un estrecho margen a Hofer, pero en el mes de julio, la Corte Constitucional de Austria ordenó repetir las elecciones por irregularidades.
También en la mesa con Obama en Berlín estaba el presidente francés, François Hollande, que sabe que su índice de aprobación actual es tan bajo que es poco probable que su partido llegue a la segunda vuelta en las elecciones presidenciales del año próximo, escribe KTVQ.
Los encuestadores ven a Le Pen como la favorita en la primera ronda de votación, y solo será vencida si la izquierda y centro-derecha unen fuerzas en la segunda ronda, publica The Local Italy. Además, Obama es consciente de que mucho de lo que se consiguió podría perderse.
Trump ha criticado abiertamente la relación transatlántica, cuestionando la pertinencia a la OTAN, y ha alabado la decisión británica de abandonar la UE. Para muchos de los líderes de Europa, este invierno puede ser muy largo.
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