ESTADOS UNIDOS.- Tarzán, el «Rey de la Selva» está de regreso en las pantallas grandes, y lo hace con estilo, con una producción miltimillonaria, fastuosos efectos especiales, bestias recreadas por computadora, y actores de la talla de Samuel L. Jackson y Christoph Waltz, y la dirección de David Yates, reconocido por su labor en cuatro filmes de Harry Potter.

«The Legend of Tarzan», que se estrena en estos días en diferentes partes del mundo, lleva de nueva cuenta al cine al personaje creado por Edgar Rice Burroughs en 1914, y que fue motivo de innumerables películas, series de televisión, novelas e historietas.

La cinta fue llevada a cabo por un presupuesto de 180 millones de dólares.

Warner Bros. Pictures y Village Roadshow Pictures eligieron a David Yates para dirigir esta aventura protagonizada por Alexander Skarsgard («True Blood», de HBO), quien interpreta al «Rey de los Monos».

El elenco se completa con dos favoritos del director Quentin Tarantino: Samuel L. Jackson («Pulp Fiction», entre otras) y Christoph Waltz («Inglourious Basterds» y «Django Unchained»). Además trabajan Margot Robbie («The Wolf of Wall Street»), Djimon Hounsou («Gladiator») y Jim Broadbent («Iris»).

En la película, han pasado varios años desde que el hombre que alguna vez fue conocido como Tarzán dejó la selva africana por una vida aburguesada bajo el nombre de John Clayton, Lord Greystoke, junto a su amada esposa Jane.

Invitado a retornar a El Congo para oficiar de enviado de comercio del Parlamento, Tarzán ignora que le han tendido una trampa.

Seis meses de duro entrenamiento y el paso progresivo de 7.000 calorías diarias a 1.200 fueron parte del costo que debió pasar Skarsgard para convertirse en el Tarzán más musculoso de la historia del cine. Algunos especialistas del mundo del espectáculo sugieren que no le faltan esteroides a ese cuerpo.

Pero subrayan también que el actual Tarzán tiene seguramente el cuerpo armonioso que alguna vez imaginó Burroughs: «Su figura fuerte y perfecta, musculosa como el mejor de los gladiadores romanos, debe estar repleta de músculos, pero también con las líneas suaves de un dios griego, en pocas palabras, una extraordinaria combinación de enorme fuerza, elasticidad y velocidad».

Y como siempre, queda la puerta abierta a transformar a este Tarzán en una nueva saga cinematográfica.

jcrh