BOLIVIA.- Hay una frase que reza: «suerte de perros». Como nunca antes, esta máxima se puede aplicar a Pupi, un can que decidió disfrutar en primera persona del Rally de Santa Cruz.
El deseo del can de disfrutar la adrenalina de los autos fue tan grande, que puso en riesgo su vida. De hecho, iba por el medio del camino y nadie pudo llegar a sacarlo del medio debido a que el ruido del motor anunciaba la aparición inminente de un auto.
A toda velocidad, se venía aproximando Fernando Zuasnabar a bordo de su Mitsubishi. Y justo cuando parecía que Pupi llegaría al final de sus días, providencialmente el auto tomó una pendiente y materialmente saltó sobre el sorprendido can.
jcrh