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Musicalmente hablando con…Vicente García

Musicalmente hablando con…Vicente García

CDMX, México.- El cantante Vicente García llega a México desde República Dominicana para presentar las raíces de su música en “A la mar”.

Él es cantante y compositor, llega a nuestro país con un disco bajo el brazo que es el resultado de la investigación de la cultura musical dominicana. «A la mar», es un disco con una sola línea trazada perfectamente desde cualquier ángulo. Su único cometido es decirle a quien lo escuche, “Esto es República Dominicana”.

Y para aprovechar el viaje, Vicente se presentó en el Lunario del Auditorio Nacional con toda una banda donde además de cantar los temas de este nuevo álbum, también presentará lo realizado anteriormente con gente como Ximena Sariñana y Cultura Profética. DigitAllPost Musicalmente Hablando tuvo la oportunidad de conversar con él y esta es nuestra charla.



Musicalmente Hablando (MH): Amigos de Musicalmente Hablando, Vicente García llega a México, después de hacernos esperar un tiempo, viene hasta su segundo disco «A la mar»… Bienvenido a México… Bienvenido a Musicalmente Hablando.

Vicente García (VG): Muchas gracias.

MH: ¿Cómo llegas a la música?



VG: Desde pequeño me interesó la música, los instrumentos, los micrófonos… todo lo que generara sonido, cómo las grabadoras de cassette, me gustaba experimentar, era como un juego para mí, hasta que a los doce o trece años encuentro una guitarra y empiezo a componer canciones, y lo tomo como algo en serio y cómo algo constructivo, luego quería aprenderme más acordes, aprender más canciones, y así empiezo a modificarme, a los catorce o quince me intereso por el patinaje, empiezo hacer bandas de punk y rock pesado, haciendo cover de The Machine, Tool y de aquella movida de rock trash metal, dure un tiempo eso y me obsesioné con la música afroamericana, sobre todo con Steve Wonder, que fue mi mayor inspiración, como Marvin Gale y algunos artistas en los que me inspiro para hacer una banda de folk.

Por un lado por un movimiento que existió de funk latino de la cual surgieron bandas como «Illya Kuryaki», «Los Tetas», empiezo hacer bandas parecidas a esa movida, llegó un momento importante cuando yo hice una banda que se llamó «Calor Urbano», una banda de funk y soul, y con esa banda conocí a Juan Luis Guerra, porque hicimos una versión del tema tú, que originalmente es un merengue, una versión de R&B, nos invitó a formar parte su gira «La travesía», ahí empezamos a conocer la vida de las giras, cosas buenas, las responsabilidades, las cosas no tan buenas y ahí empecé a ver lo que conlleva una carrera artística y al tener a Juan Luis empiezo a ver lo importante que es la música y lo importante que es llevar la identidad dominicana tanto en la música, cómo en las letras, y ahí es cuando empiezo a experimentar un primer disco con la bachata, con la salsa, con la balada, el chac cha cha, rap, un poco de salsa y es cuando empiezo a buscar mis raíces de una manera típica, porque desde que le hablan a uno eso lo identificamos cómo música caribeña, después de eso indagué el por qué se tocaban esos ritmos y es cuando me encuentro con la cultura afroantillana, y empiezo a viajar por toda la República Dominicana y empiezo a ir a esas fiestas «De Palo», viajé al sur, en su momento era un interés especial, me llamaba la atención que vivimos lejos de todo esto.

Me daban ganas de seguir descubriendo todo, y duré dos años aproximadamente haciendo esos viajes, lo que iba componiendo tenía cierto toque de la rítmica, de la manera de cantar, yo quería cantar R&B y me encontré con algo más sencillo, profundo.

MH: Ahora encuentro explicación… Tu disco tiene muchas evocaciones religiosas, gritos de los nativos cuando iban a trabajar, tiene la parte oculta, mucha de esa cultura.

VG: Ahí empecé hacer canciones que tenían ese estilo al cantar o un toque de lo que veía, en las letras hacía referencia a una fiesta, a una ciudad, a un santo, a una comida… Todas esas cositas se colaban en mi manera de componer y ahí tenía una estética porque nunca emulé la base folclórica, pero si puedo dar mi opinión musical de lo percibía y así nació este disco. A los dos o tres años después conozco a Eduardo Cabra de «Calle 13» y con él produje el disco, lo empezamos a conceptualizarlo, a expandirlo a todo el Caribe.

MH: Escuché detenidamente el disco y pude captar eso, vi el video y está muy mezclado justamente lo que decías que querías exponer de la República Dominicana, la metáfora con la que hablas, emulas metafóricamente…

GV: Queríamos reflejar la realidad de un pueblo costero, más allá de Punta Cana, queríamos ver la cotidianidad del lugar.

MH: Me encantó porque primero, a diferencia del anterior que era la manera de buscar y encaminar hasta donde querías ir como artista, a pesar de las mezclas, se mantiene la misma línea.

GV: Yo creo que Eduardo tuvo mucho que ver en eso, estuve metido en mis composiciones, fue importante que desde fuera trazara el concepto general a través de una selección de canciones, que creo fue ideal, ya que al ser un disco diverso, fuera muy disperso, y logramos que fuera un hilo conductor, sobretodo porque al final de cuentas es un disco que se basa en la cultura afroantillana, es muy mío.

MH: ¿Qué le pusiste a lo que tú ya habías creado cuando fuiste descubriendo?

GV: Una de las últimas canciones fue «Dulcito de coco», no quería que me faltara, yo aprendí del tres por un señor que se llama Kundengo, un instrumentista, para mí era importante tener ese elemento.

MH: Una parte de «A la mar» es que están bien seleccionadas las participaciones que tienes.

GV: Son colaboraciones estratégicas, son colaboraciones con la gente que conocí, siento que no podía ser otro tipo de colaboraciones.

MH: Este disco retrata República Dominicana musicalmente.

GV: En el sentido musical y en el sentido de las letras, y en la manera de decir las cosas, tuve mucho que ver en el proceso de grabación en Santo Domingo, a mitad de proceso me fui a vivir a Bogotá, guardo nostalgia de no estar en el Caribe, eso acentúa el cariño del material. Yo partí desde el origen de la bachata, muchos me preguntan porque lo hago, pero yo partí del origen, cuando la bachata se tocaba de una manera rápida, donde en vez de tener güiro había maraca, una estética de canción de autor, es el inicio de la fusión, aparte del ritmo, busco ese sello único.

MH: ¿Cómo músico te llama la atención hacerlo con otro género?

VG: Claro, ahora que he tenido la oportunidad de viajar por el mundo, cada vez que voy a Latinoamérica, trato de conocer la música de cada lugar y creo que en el siguiente disco se verá reflejado eso, sobre todo el folclor colombiano, porque he vivido en Bogotá desde hace tres años.

MH: Siempre que conoces más países, siempre se descubre algo como músico… ¿Qué has descubierto en México?

VG: En el momento que vine la primera vez había venido en un momento extraño, aunque ya había venido a trabajar o investigar en los campos, tenía el pensamiento de seguir o no seguir cantando, de un momento decidí que quería componer para otros, y en ese momento de duda vine hacer un concierto de guitarra y voz y me impresionó muchísimo, porque la gente se sabía todo a pesar de no haber venido. Gracias por haber escuchado el disco y por esta entrevista, los espero en el Lunario o con el disco que ya lo pueden encontrar en físico o digital.

Con información de Jorge Luis Santa María, colaborador.