
MÉXICO.- Ernesto Belloc, director artístico de la XEB, definió a la voz de Pedro Infante como muy nasal, con vicios de dicción, desentonada en las notas agudas pero con tesitura de tenor operístico, cuando en 1938, el cantante buscó una oportunidad en la afamada estación de radio.
Luego de ganar un concurso de aficionados en el Teatro Colonial, de cantar por las noches en el cabaret Waikikí y en el Salón Maya del Hotel del Prado, en 1942 logró grabar dos temas con la RCA Víctor Mexicana.
“Pero fue su debut y despedida”, porque sólo se vendió una quinta parte de un tiraje de 500 discos. Los productores le dieron su carta de retiro y le aconsejaron que dedicara su tiempo a otra cosa porque no servía para ese oficio. Entre los compositores que descubrió Infante destacan Cuco Sánchez Tomás Méndez, Alberto Cervantes y José Alfredo Jiménez.
con información de Notimex
jcrh