* Especialistas en el tema hablan sobre los riesgos y ventajas de practicar sexo debajo del agua

Cuando se habla de relaciones sexuales es tan complejo como cada pareja en el mundo, pues a cada una le gustan y acomodan cosas distintas.

Las innovaciones en el ámbito sexual hacen que las relaciones sigan siendo interesantes y mantengan la chispa del amor.

Hay quién opta por hacerlo en lugares exóticos buscando que la relación sexual sea más emocionante y placentera; y dentro de estas opciones, una de las más populares es el sexo en el agua.

No obstante, cada decisión tiene sus ventadas y desventajas, por ello un grupo de expertos han publicado su opinión y recomendaciones para esta práctica.

De acuerdo con los especialistas, lo primero que las parejas deben contemplar es que el sexo en el agua reduce la efectividad de los anticonceptivos, por lo que el riesgo de un embarazo se eleva considerablemente.

El mayor método que presenta problemas es el preservativo, ya que el látex crea vulnerabilidad y podría romperse.

Los métodos que no tienen afectaciones cuando se practica sexo bajo el agua son: el dispositivo intrauterino y la píldora anticonceptiva, así como otros métodos hormonales.

Otro punto del sexo en el agua es la lubricación vaginal, la cual puede perderse por la fricción con el agua.

Esto ocurre debido a que el flujo femenino que nace de la excitación desaparece en el agua. Es decir, pese a que estamos en un medio líquido, sucede lo contrario: seca.

ETS

Finalmente están las temibles ETS (Enfermedades de transmisión sexual), que con esta práctica aumenta la probabilidad de contraerlas.

Recordemos que el medio acuático incentiva la proliferación de gérmenes, además de que el agua ya podría estar contaminada.

No obstante, la probabilidad de sufrir infecciones dependerá también del método anticonceptivo que la pareja practique durante el sexo en el agua.

Entonces si hay tantos peros, ¿por qué a las parejas les sigue atrayendo el sexo en el agua? Los expertos asocian el escenario a las mentalidades eróticas. En busca de mayor placer en sus encuentros sexuales, las personas sueñan con cascadas y piscinas, lugares que además de ser atractivos, son atrevidos.

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