Estados Unidos.- Treinta ciudades estadounidenses han solicitado a la industria automotriz la posibilidad de compra de 114,000 vehículos eléctricos,a lo que representa alrededor de 10 millones de dólares, con el objetivo de reducir las emisiones de carbono y e dar reversa a la política de medio ambiente de Donald Trump.

Analistas dicen que este llamado es histórico y que impulsaría a la industria de una manera relevante.

La iniciativa es liderada por Los Ángeles, e incluye a importantes ciudades como Nueva York, Chicago y Seattle, que intentan enfrentar la cuestionada política de medio ambiente que impulsan altos funcionarios de la administración de Donald Trump.

La semana pasada, el jefe de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés), Scott Pruitt, declaró que no cree que el dióxido de carbono sea una de las causas principales del cambio climático.

Por su parte, Trump, quien ha llamado al calentamiento global una conspiración inventada por China, tiene decidido firmar un decreto para reducir significativamente el papel que juega el cambio climático en las decisiones que toma el Gobierno. El mandatario también considera eliminar muchas de las regulaciones que limitan el uso del dióxido de carbono a empresas y avaló reducir el presupuesto del EPA por un 25%.

Matt Petersen, director general de sostenibilidad de Los Ángeles, aseguró que las ciudades no se conformarán a las ordenes de Trump:

“Independientemente de lo que haga el presidente Trump o lo que suceda en Washington, las ciudades seguirán liderando el camino para abordar el cambio climático”.

Las ciudades han decidido incentivar a la industria automotriz a producir vehículos eléctricos que podrían convertirse en los próximos autos policiales, camiones de basura y barredoras de calles.

El mensaje a la industria, dice Chris Bast, consejero de la política de clima y transporte de Seattle, es claro: “Si tu lo produces, nosotros lo compramos”.

Las ventas de vehículos eléctricos en Estados Unidos en 2016 alcanzó los 160.000 coches. Según Colin McKerracher, un analista para finanzas de nueva energía de Bloomberg, consideró que el pedido masivo de las ciudades podría tener un impacto real en el mercado: “No subestimaría esto”.

“Lo que los fabricantes de automóviles realmente quieren al invertir en la electrificación, ya sea para vehículos de pasajeros o de uso comercial, es certeza”, indicó.