CDMX, México.- El Banco de México (Banxico) elevó su pronóstico de crecimiento de la economía mexicana en 2017 a un intervalo de 1.5% y 2.5%, desde el previo de 1.3% y 2.3%, tras cinco trimestres de ajustes a la baja, y lo ubicó en línea con la reciente estimación ajustada de la Secretaría de Hacienda.
El gobernador del Banxico, Agustín Carstens, explicó que esta revisión al alza en la estimación del Producto Interno Bruto (PIB) de México obedece a que el crecimiento observado en el primer trimestre del año fue ligeramente superior al anticipado.
Al presentar el “Informe trimestral enero-marzo 2017”, apuntó que para el próximo año el banco central mantuvo sin cambio su estimación de crecimiento económico en un intervalo de entre 1.7 y 2.7 por ciento.
Respecto a la inflación, dijo, en los próximos meses registrará un incremento transitorio y se prevé que en 2017 se ubique considerablemente por arriba de la cota superior del intervalo de variación del Banxico, que es de 3.0 por ciento, más/menos un punto porcentual.
No obstante, se anticipa que durante los últimos meses de 2017 y durante 2018 retome una tendencia convergente hacia el objetivo de 3.0 por ciento y alcance dicho nivel al final del horizonte de pronóstico.
Si bien la inflación anual lleva 10 meses consecutivos al alza, eso “no quiere decir que está fuera de control”, pues las expectativas están ancladas a mediano plazo y el Banxico ha actuado de manera decidida y oportuna para enfrentar los choques sobre la inflación.
Informó que para los puestos de trabajo se ajustó al alza la previsión para 2017 a un incremento entre 650 mil y 750 mil plazas este año desde la previa de entre 580 mil y 680 mil, y para 2018 se prevé un aumento de entre 640 mil y 740 mil puestos de trabajo respecto a la estimación anterior de entre 620 y 720 mil.
El banquero central precisó que el ajuste al alza en el pronóstico de crecimiento del Banxico para 2017 y el haber mantenido sin cambio la estimación para 2018 no está exento de riesgos.
Los eventos que podrían generar un crecimiento económico relativamente mayor es que haya una exitosa renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la implementación oportunas de las reformas estructurales, continúe el dinamismo del consumo, y remesas superiores a lo previsto, indicó.
En contraste, los riesgos a la baja para la economía son: la postergación de inversiones dada la incertidumbre relacionada al TLCAN, implementación de políticas proteccionistas en Estados Unidos, remesas por debajo de lo previsto y nuevos episodios de turbulencia en los mercados financieros internacionales.
Expuso que la economía mundial muestra una recuperación frágil y lenta, y pese a que la economía mexicana ha sido bastante resiliente es importante que se continúe reforzando los fundamentos macroeconómicos del país.
Eso se lograría a través de que la política monetaria continúe jugando su papel de anclaje de las variables nominales de la economía, actuando de manera oportuna y decidida cuando se ha requerido, y profundizando medidas que contribuyan al mejor funcionamiento de los mercados financieros, añadió.
Es vital, sostuvo, que siga el proceso de consolidación fiscal y la ejecución de las reformas estructurales, además “la necesidad de fortalecer el Estado de derecho y garantizar la seguridad jurídica para todos los actores económicos”.
Refirió que la inflación observa una “joroba” que la ha llevado a un nivel cercano a 6.0 por ciento, debido a que a finales de 2016 y principios de 2018 se presentaron choques simultáneos.
Entre ellos mencionó depreciación del tipo de cambio, liberalización de precios de algunos energéticos, incremento al salario mínimo y la reciente alza a tarifas de autotransporte y algunos productos agropecuarios.
Sin embargo, insistió, esto no quiere decir que la inflación está fuera de control, ya que desde 2015 el Banxico ha actuado de manera decidida y oportuna a través de alzas en las tasas de interés para no tener “bombas de tiempo”, lo que le ha quitado presión a los precios.
“Estamos observando una joroba, por decirlo así, en el comportamiento de la inflación, y ya en el 2018 estaremos dentro del intervalo, en una dirección convergente hacia el 3.0 por ciento”, añadió Carstens.
Afirmó que México no tiene un desequilibrio significativo en la economía que represente alguna vulnerabilidad, “veo que este periodo de gran turbulencia, de choques muy importantes que vienen de fuera, lo podemos lograr transitar”.
Con información de Notimex.