Banxico aumentó la tasa de interés debido a un aumento en la inflación, que en abril llegó a los 5.82%, debido a la depreciación del peso, al aumento en el precio de las gasolinas y a los precios de los alimentos.
Es decir, los créditos que no tengan intereses fijos podrían subir alzas en sus intereses a consecuencia del aumento en los precios de los primeros cuatro meses del año.
La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió por unanimidad aumentar el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 25 puntos base, a un nivel de 6.75%, su sexta alza consecutiva
El instituto central expuso que el alza tiene como objetivo evitar contagios al proceso de formación de precios en la economía; busca anclar las expectativas de inflación y reforzar la contribución de la política monetaria al proceso de convergencia de la inflación a su meta.
Hacia adelante, anunció, la Junta de Gobierno seguirá muy de cerca la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas de mediano y largo plazo, en especial del traspaso potencial de las variaciones del tipo de cambio y de los incrementos en los precios de los energéticos al resto de los precios.
Mayor inflación, la nueva culpable
En su tercer anuncio de política monetaria del año, el banco central señaló que también se mantendrá atento a la evolución de la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos y a la evolución de la brecha del producto, a fin de estar en posibilidad de continuar tomando las medidas necesarias para lograr la convergencia eficiente de la inflación al objetivo de 3%.
La inflación general sigue mostrando una trayectoria al alza, alcanzando en abril de 2017 un nivel de 5.82%, como resultado de los incrementos que se han presentado tanto en la inflación subyacente, como en la no subyacente.
En particular, la inflación subyacente, que en abril se situó en 4.72%, continuó presentando una tendencia al alza como reflejo de la depreciación acumulada de la moneda nacional y de los efectos indirectos derivados de los ajustes en los precios de los energéticos desde principios de año.
La inflación no subyacente anual ha continuado creciendo, ubicándose en abril en 9.25%, como reflejo tanto de los aumentos en los precios de los energéticos, como de incrementos en el último mes en los precios de algunos productos agropecuarios y en las tarifas autorizadas por diferentes instancias de gobierno (en particular de autotransporte).