De acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) el costo de las gasolinas en México de 2012 hasta el 29 de noviembre de este año se ha incrementado en un 60 por ciento.
Al cierre del 2012 la gasolina Magna tenía un precio promedio de 10.36 pesos, la Premium de 10.95 pesos y el Diésel de 10.45. Mientras que al 29 de noviembre se ubicaron en 16.76, 18.48 y 17.68, respectivamente, y a un mes de haberse liberalizado el precio de los combustibles en todo el país, especialistas detallan que su costo no disminuirá, afectando directamente a los consumidores.
Al respecto, Alejandro Limón Portillo, especialista en temas de Energía y Finanzas públicas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), explicó que con la liberación del precio de la gasolina “lo más probable es que haya algunos efectos inflacionarios, los mercados están nerviosos”.
Además, detalló que los consumidores serán los más afectados, puesto que de manera inmediata no se verán los beneficios de esta liberalización, pero algunas variables externas (tipo de cambio, precios internacionales del petróleo, nerviosismo por las elecciones presidenciales de 2018, riesgos políticos, entre otros), así como el efecto inflacionario impactarían al bolsillo de los consumidores.
“El argumento de la liberalización es que es en pro de las finanzas públicas, dejar de subsidiar el precio de la gasolina tendría efectos en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), la idea es que se subsidie menos, se pueda recaudar más y se compense un poco la caída de ingresos petroleros que vienen cayendo desde 2014, sin embargo el aumento de los impuestos tendrá un impacto en el consumidor”, explicó.
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