WASHINGTON, Estados Unidos.- El envío de dinero (remesas) hacia México durante el 2016 aumentó 8.8% respecto al 2015, a pesar de que los envíos a los países en desarrollo disminuyeron por segundo año consecutivo, reportó hoy el Banco Mundial.
En su boletín de Migración y Desarrollo, divulgado en Washington en el marco de su reunión anual de primavera, la institución enfatizó que los principales receptores de dinero (remesas) fueron México, seguido por Filipinas, que registró un incremento de 4.4 por ciento.
El Banco Mundial detalló que México recibió 28.1 mil millones de dólares en remesas en el 2016, impulsadas por la continua mejoría en el mercado de trabajo de Estados Unidos y la depreciación de la moneda mexicana, el peso, en un 19% frente al dólar durante el año pasado.
“Las debilidades del peso parecieron apuntalar una considerable alza de remesas a corto plazo el año pasado, aumentando en enero, febrero, mayo, septiembre y noviembre, los meses en que el peso sufrió fuertes depreciaciones frente al dólar estadunidense”, apuntó.
El incremento de las remesas en México fue de la mano con el alza en los flujos en América Latina y el Caribe, la única región donde se registron flujos del orden de los 73 mil millones de dólares para un aumento del 6.9% respecto al 2015.
El Banco Mundial estimó que los flujos hacia México, El Salvador y Guatemala registrarán este 2017 un “robusto crecimiento”, cuando proyecta que los envíos a la región alcanzarán los 75 mil millones de dólares para un aumento de 3.3 por ciento.
La institución anticipó que en consonancia con una mejora de las perspectivas económicas mundiales, se prevé que las remesas a los países en desarrollo se recuperarán en este año, y tendrán un crecimiento en un estimado 3.3% para ubicarse en 444 mil millones de dólares.
El informe advirtió que aunque varios países de altos ingresos que albergan grandes poblaciones de migrantes están considerando imponer impuestos sobre el envío de remesas para desalentar la migración, tales tributaciones son difíciles de administrar y “probablemente impulsarán los flujos subterráneos”.
El Banco Mundial enfatizó que la caída en las remesas constituyó una tendencia no vista durante las últimas tres décadas.