* El modelo rentista petrolero se está apagando como motor de la economía venezolana, después de más de 100 años como la principal industria del país.
El petróleo produce 96 por ciento de los ingresos en divisas del país, pero la producción de barriles ha caído a niveles alarmantes. En cinco años el bombeo pasó de más de tres millones de barriles diarios a cerca de un millón 300 mil, justo cuando Venezuela atraviesa la peor crisis económica de su historia.
El país posee las mayores reservas de petróleo del mundo cuantificadas hasta 2011, de 297 mil 570 millones de barriles, la mayoría en crudos pesados. Ha sido considerado el quinto productor mundial de crudo y el octavo exportador, aunque la caída del bombeo la ha alejado de esos sitiales.
Hasta 2012, con el extinto mandatario Hugo Chávez, Venezuela venía de gozar una explosión de altos precios del barril, que superaron los 120 dólares.
Ahora, con el heredero bolivariano Nicolás Maduro al frente y un barril de poco más de 60 dólares, la venta de petróleo no alcanza para reflotar la economía venezolana, que está en plena depresión e hiperinflación.
La falta de petrodólares ha provocado una severa caída de las importaciones que necesitan la agroindustria y la industria farmacéutica, reflejándose en escasez de alimentos y medicinas.
Maduro, un chofer de autobús con estudios de liderazgo sindical en Cuba, ha asumido lo que llama el fin del modelo rentista petrolero del país. Dice que Venezuela debe ir hacia un modelo de producción diversificada que hasta ahora brilla por su ausencia.
Por décadas, Venezuela alardeaba de ser un productor seguro enviando sus barriles a los principales mercados, a pesar de los conflictos en el mundo árabe e israelí, de guerras, boicots y disputas comerciales.
Sin embargo, ya no tiene esa consideración. Pese al estallido de conflictos mundiales recurrentes, el barril de petróleo ya no aumenta de precio como en los años 70 y 80, entre otras razones por la transición a nuevos patrones energéticos.
La industria petrolera requiere multimillonarias inversiones para extraer los barriles, lo que dejó de ser una opción cuando Chávez nacionalizó complejos petroleros extranjeros en 2007, provocando una cadena de demandas en el Tribunal de Arbitrajes sobre Inversiones.
Además, con Chávez, Venezuela adquirió una pesada deuda con China, de hasta 60 mil millones de dólares, y el acuerdo de pagarla con envíos petroleros que giran alrededor de 500 mil barriles diarios.
La deuda externa del país, de unos 170 mil millones de dólares enfrenta una posible cesación de pagos, después de un impago selectivo.
Maduro alega que Venezuela pagó 74 mil millones de dólares en los últimos cinco años y pese a su récord vio como se cerraron los mercados financieros por las sanciones de Estados Unidos.
Especialistas sostienen que la industria petrolera ya no alcanza para sostener la economía venezolana, incluso si el barril llegara a 100 dólares, por lo que requiere ir hacia otro modelo.
Maduro ha tenido que ajustarle el cinturón al país, recortando las importaciones, que en 2018 llegaron a ser las más bajas en décadas, de unos 12 mil millones de dólares. Algunos estiman que solo para recuperar la industria petrolera se necesitarían 20 mil millones de dólares en cuatro años.
El economista y conferencista del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice), Guillermo Rodríguez, señaló que en los últimos cinco años Venezuela perdió dos tercios de peso de economía, mientras la población continuó creciendo.
Señaló que la hiperinflación es el principal problema económico que debe ser atendido. La Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (Congreso) estimó que la inflación a fines de 2018 podría acercarse a un inédito cuatro millones por ciento si la inflación de agosto, 223 por ciento, se repite en los próximos meses.
“El problema es que la economía se descapitaliza severamente. En dos décadas del socialismo del siglo XXI desaparecieron dos tercios de la economía. El gobierno piensa que puede detener la hiperinflación con más controles y aumentando el precio de la gasolina, pero manteniendo la masiva circulación de dinero. Eso es una contradicción”, dijo Rodríguez a Notimex.
Agregó que aunque los problemas económicos venezolanos comenzaron hace 40 años, los resultados de casi dos décadas de socialismo bolivariano han sido “peores”.
“Además, buscan destruir los restos de la economía de mercado”, señaló sobre el plan de ajustes aplicado por Maduro desde el 20 de agosto, con una nueva moneda, aumentos de salario y el inminente cambio del precio de la gasolina, que pasará de ser la más barata del mundo a precios internacionales.
El analista Asdrúbal Oliveros, de la firma Ecoanalítica, señaló que dentro del deterioro económico Maduro “ha aprendido a vivir en escasez” por la falta de dólares. “Eso es impresionante”, puntualizó.
“Hay que aprender a hacer más con menos”, es el lema de Maduro para explicar su permanencia en lo que considera es la etapa final del modelo rentista venezolano.
Información: Notimex / Foto: Archivo
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