BERLÍN, Alemania.- El gobierno de Alemania retirará las ayudas para el comercio y la inversión de su país en Turquía, como una medida de presión sobre Ankara debido a los muchos conflictos políticos con ese país.
Alemania otorga garantías o cauciones Hermes para que empresas alemanas tengan un respaldo económico cuando emprenden inversiones riesgosas, como el caso de un país como Turquía.
Dichas garantías para la exportación son un mecanismo fundamental para apoyar las exportaciones e inversiones de empresas alemanas, de manera que se atrevan a dar el paso de establecer una relación comercial y de inversión con un país en vías de desarrollo.
En caso de que el socio turco no pague a la empresa alemana, las garantías Hermes lo protegen y le reembolsan la pérdida. Turquía necesita las garantías Hermes para el fomento de los negocios y la inversión alemana.
La medida del gobierno alemán es un primer conjunto de medidas para empezar a ejercer presión sobre Turquía, como resultado de la actuación del gobierno turco con la aprehensión de nueve ciudadanos alemanes, ofensas verbales y acusaciones sin la presentación de pruebas.
La misma función tiene el anuncio que este jueves hizo el jefe de la diplomacia alemana, en el sentido de exhortar a los ciudadanos alemanes a no viajar a Turquía porque corren peligro de ser detenidos sin razón.
Esa medida golpea al turismo turco, importante fuente de ingresos para el país, y en especial porque el turismo alemán tiene poder adquisitivo, registra vacaciones largas y presenta cifras altas de viajeros alemanes a Turquía.
En estos días empezó a presentarse un anuncio de Turquía en la televisión alemana en el que un empresario expresa que las condiciones de inversión en ese país son extraordinarias. El objetivo de Turquía es incentivar las inversiones alemanas, pero las medidas de este jueves son un revés para esos llamados.
El semanario alemán de investigación y análisis Die Zeit informó en un artículo el 15 de abril pasado, que el viceprimer ministro de Turquía, Mehmet Simsek, llevó a cabo una visita oficial en Alemania en febrero, durante la que pidió ayuda al ministro alemán de Finanzas, debido a la situación de la economía turca.
A principios de 2017, la tasa de inflación en Turquía era de 10 por ciento, el desempleo de 10 por ciento, mientras que un 20 por ciento de jóvenes turcos están empleo.
De acuerdo a informaciones del periódico alemán Die Welt, el turismo que va a Turquía ha bajado en este año en 25 por ciento. Hay playas turcas que están semivacías.
A mediados de junio, la revista alemana WirtschaftsWoche (Semana Económica) publicó un artículo en el que informo que después de que la economía en Turquía se desplomó en el tercer trimestre de 2016 en -1.3 (menos 1.3) por ciento a raíz del intento de golpe de estado, repuntó con fuerza en los primeros seis meses de 2017.
El gobierno turco aplicó con ese fin medidas anticíclicas, de manera que la economía del país registra ahora una recuperación.
El experto de Servicios Financieros BlueBay Asset Management, Timothy Ash, declaró a la revista alemana que el repunte de la economía turca es una muestra de su resistencia y capacidad de recuperación.
«Eso subraya la extraordinaria capacidad de resistencia de la economía turca, que cuenta con una demografía favorable, bancos fuertes y sólidas finanzas públicas», dijo Ash a la publicación alemana.
Con información de Notimex.