* Rusia y China -cuyas preocupaciones sobre el cumplimiento y los derechos de pesca ya fueron importantes obstáculos en el pasado-, así como Noruega, rechazaron el plan
* Con el santuario del mar de Weddell, las propuestas en el este de la Antártida y en la península Antártica crearían un área protegida de casi tres millones de kilómetros cuadrados
* La Antártida es hábitat de pingüinos, focas, austromerluzas, ballenas y una gran cantidad de kril, un alimento básico para muchas especies
Un plan para crear el mayor santuario marino en aguas de la Antártida volvió a quedar bloqueado al no alcanzar un consenso.
La votación sucedió durante una cumbre celebrada en Australia, y motivó críticas de los ecologistas por falta de visión científica este sábado.
Los Estados miembros de la organización que debía supervisar la explotación sostenible del océano Antártico no lograron ponerse de acuerdo.
La zona de protección marina abarcaría de 1,8 millones de kilómetros cuadrados, pero fue bloqueada durante una reunión anual el viernes.
La creación de esta reserva marina estaba destinada a prohibir la pesca en una amplia zona del mar de Weddell para proteger especies clave como focas, pingüinos y ballenas.
Para ello se requería el consenso de los 24 miembros de la Convención para la Conservación de Recursos Vivos Marinos Antárticos (CRVMA) y de la Unión Europea.
Pero según organizaciones de defensa del medioambiente, Rusia y China -cuyas preocupaciones sobre el cumplimiento y los derechos de pesca ya fueron importantes obstáculos en el pasado-, así como Noruega, rechazaron el plan.
Oportunidad perdida
«Era una oportunidad histórica para crear la zona protegida más amplia de la Tierra en la Antártida, salvaguardar la fauna, afrontar el cambio climático y mejorar la salud de nuestros océanos», dijo Frida Bengtsson, de Greenpeace.
«Veintidós delegaciones vinieron aquí a negociar con buena fe pero, en lugar de eso, las propuestas científicas serias para una protección marítima urgente quedaron arruinados», declaró
Añadió que este oportunidad se perdió por intervenciones apenas comprometidas con la ciencia y que se burlaban de cualquier intento de deliberación real.
La Antártida es hábitat de pingüinos, focas, austromerluzas, ballenas y una gran cantidad de kril, un alimento básico para muchas especies.
Los científicos los consideran fundamentales para estudiar cómo funcionan los ecosistemas marinos y comprender el impacto del cambio climático en el océano.
En 2009 se lanzó un plan para establecer una serie de áreas marinas protegidas (MPA) en el océano Antártico, pero de momento se lograron pocos avances.
La cumbre de la CRVMA, que se celebra cada año en Hobart, Australia, logró establecer en 2016 una inmensa reserva marina en el mar de Ross.
Esta reserva es de 1,55 millones de kilómetros cuadrados (el equivalente a Reino Unido, Francia y Alemania juntas).
Además del enorme santuario del mar de Weddell, las propuestas para establecer otras dos áreas marinas protegidas en el este de la Antártida y la península Antártica occidental volvieron a quedar en papel mojado este año.
Las tres zonas juntas abarcarían casi tres millones de kilómetros cuadrados.
Información e imagen: AFP
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