Para nadie es un secreto que en México enfrentamos una crisis de abastecimiento de agua. En grandes zonas del país, incluyendo el Valle de México, la situación es crítica. El Banco Mundial y Conagua proyectan enormes déficits para el 2050, empeorando gravemente el acceso para millones de personas.

Hoy en día, por lo menos 250 mil personas en CDMX ni siquiera tienen conexión a la red. Irónicamente, mientras nuestra ciudad sufre cada vez mas escasez, cada año miles de millones de litros de agua de lluvia simplemente van al drenaje o causan inundaciones, a pesar de que este líquido puede ser reutilizado.

Delegaciones como Iztapalapa, Álvaro Obregón o Azcapotzalco son hasta el momento las más afectadas por este grave problema. Datos del Programa de Manejo, Uso y Reúso del Agua (PUMAGUA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)indican que de continuar esta tendencia, para el año 2048 la CDMX podría enfrentar una severa crisis de agua.

Las enormes fugas de agua, el mal manejo de aguas residuales y el desperdicio de agua potable llevarían al país a una escasez generalizada en los próximos 30 años.

La sobreexplotación de los mantos acuíferos ubicados sobre la ciénaga del antiguo lago Texcoco han ocasionado hundimientos de entre 2 y 30 cm en la CDMX, según a informado Protección Civil. Y es que a pesar de que las autoridades idearon un Plan B, el cual consiste en traer agua del Sistema Cutzamala, dos terceras partes de ésta se pierden debido a que el agua pasa por un sistema de tubería que tiene entre 40 y 50 años de antigüedad.

En promedio, cada hogar consume hasta 86 litros de vital líquido al día, pero este líquido no llega a todos los hogares mediante las tuberías, lo hace a través de pipas. En más de una ocasión, los choferes de estas pipas se han visto amenazados de muerte por acudir a ciertas comunidades para abastecer de agua a las comunidades.

Desde hace años se ha denunciado el problema del abastecimiento en la CDMX; sin embargo, la explotación demográfica, entre otras causas, es la razón por la que el agua no es suficiente para 21 millones de habitantes.

La CDMX carece de abastecimiento propio, por lo que debe importar hasta 40% del vital líquido de los estados colindantes, comenzando por el lago de Texcoco.

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