Miguel de la Madrid Hurtado
El viernes 25 de septiembre de 1981, a las diez de la mañana, los sectores campesino, obrero y popular del PRI distribuyeron a los medios de comunicación un boletín en el que se informaba que esa misma mañana habían manifestado al presidente del Comité Ejecutivo Nacional del partido, Javier García Paniagua, su decisión de apoyar al entonces secretario de Programación y Presupuesto, Miguel de la Madrid Hurtado, para que fuera el candidato del PRI a la Presidencia de la República.
Según información de la prensa, ese día se habían reunido a las ocho de la mañana, en la residencia presidencial de Los Pinos, los dirigentes del sector campesino, Víctor Cervera Pacheco, del sector obrero, Fidel Velázquez Sánchez, y del sector popular, Humberto Lugo Gil, así como el presidente del CEN y el titular de la Secretaría de Programación y Presupuesto (SPP), y en presencia del presidente José López Portillo los líderes sectoriales se habían pronunciado en el sentido ya mencionado.
Además del boletín conjunto, cada uno de los sectores emitió uno propio, en el que señalaban que las organizaciones afiliadas al sector se habían inclinado por Miguel de la Madrid para ser postulado como candidato. El secretario de Gobernación, Enrique Olivares Santana, se comunicó con todos los gobernadores para informarles que el precandidato del PRI era De la Madrid.
Con esta designación terminó un período de inquietudes y especulaciones sobre quién sería el candidato del PRI, iniciado aproximadamente un año antes y en el que el principal competidor de Miguel de la Madrid era el presidente del partido Javier García Paniagua.
Carlos Salinas de Gortari
A mediados de agosto de 1987, el presidente del PRI, Jorge de la Vega, anunció que tras su gira por todo México para conocer la voluntad de las bases, se había seleccionado a seis políticos: «merecedores de ser considerados para alcanzar la precandidatura del PRI a la presidencia de la República».
Los seis son siempre nombrados por riguroso orden alfabético: el regente del Distrito Federal, Ramón Aguirre ; el secretario de Gobernación, Manuel Bartlett ; el de Energía y Minas, Alfredo del Mazo ; el procurador general de la República, Sergio García Ramírez; el secretario de Educación Pública, Miguel González Avelar; y el de Programación y Presupuesto, Carlos Salinas.
El 4 de octubre de 1987, fue el día del destape de Carlos Salinas de Gortari para la presidencia de México, «un día negro en la historia de México», lo llamaron connotados periodistas de Excélsior.
La mañana de ese día algunos noticieros de radio esparcieron la versión de que el elegido habría sido el entonces procurador Sergio García Ramírez.
Dicha versión fue desmentida eficazmente por el aparato publicitario del PRI.
Luis Donaldo Colosio
Luis Donaldo Colosio fue “destapado” por el PRI el domingo 28 de noviembre de 1993 e inició campaña en los primeros diez días de enero de 1994. Todo diciembre fue de “amarres” y preparación de la campaña.
Por demás, es sabido que tras el destape de Colosio, Manuel Camacho Solís hizo el gran berrinche porque se sentía el heredero natural por ser el más amigo del Presidente, y se dedicó a hostilizar a Luis Donaldo.
Después el lunes 29 de noviembre, Carlos Salinas de Gortari habría de declarar, por mera formalidad, que Camacho Solís era “un hombre de las instituciones y de la República”.
Sin embargo Manuel Camacho y su equipo fueron rudos obstáculos para la campaña del sonorense hasta que fue asesinado en Lomas Taurinas, marginal e inseguro suburbio de Tijuana por Mario Aburto.
Francisco Labastida Ochoa
Cuando a Zedillo le tocó conducir la sucesión, el formato cambió, solo para simular un poco el dedazo. El 17 de mayo de 1999, el Consejo Político Nacional del PRI aprobó las reglas para la selección del candidato y al día siguiente el secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, se destapó solito.
Un día después declinaron Esteban Moctezuma Barragán y Miguel Alemán Velasco, aspirantes de oropel, pero Roberto Madrazo confirmó su decisión de participar en la contienda interna y de enfrentarse al favorito de Zedillo.
En esos días el presidente Zedillo se encontraba fuera del país, en una maniobra para tratar de enviar el mensaje de que él era ajeno a los procesos del PRI.
Madrazo siguió, como en su momento lo hiciera Manuel Camacho con Luis Donaldo Colosio, saboteando la campaña de Labastida y favoreciendo al panista heterodoxo Vicente Fox.
Vía SDPNoticias