Analistas políticos consideraron que la violencia será central en las campañas rumbo a las elecciones del 2018; es por ello que los partidos políticos han señalado a sus adversarios por la violencia que acontece en los estados que gobiernan.

“Resulta vergonzoso que el precandidato del PRI esté planteando que en sus estados tienen un nivel de inseguridad menor a otros. Es cinismo o bien desconocimiento de la realidad. Uno de los peores es el Estado de México, que ha sido gobernado todo el tiempo por el PRI. Y que de ahí salió el Presidente actual, Peña Nieto”, dijo el profesor Tomás Guevara Martínez, de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

En días recientes, el precandidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal), José Antonio Meade Kuribreña expuso: “de cinco de los estado en que se registran mayores incrementos en los índices de violencia y en los que ha aumentado la presencia del crimen organizado, cuatro son y han sido gobernados por quienes integran la Coalición [del Frente Ciudadano]”.

Lo que el ex Secretario de Hacienda no dijo fue que si se comparan los primeros cuatro años de la Presidencia de Felipe Calderón Hinojosa con los de Enrique Peña Nieto, resalta que los estados con mayor aumento de homicidios fueron Zacatecas, Tlaxcala y Colima, gobernados por el PRI.

El 21 de diciembre fue promulgada la Ley de Seguridad Interior, en medio de un contexto electoral: “Ahora [en el PRI] podrán tener un discurso a favor, diciendo que ellos sí están preocupados, y que ahí está la ley. Y luego creo que van a dirigir una parte del discurso electoral a ese sector que sigue creyendo en las Fuerzas
Armadas son la única opción de brindarles seguridad a la ciudadanía. Va haber un sesgo electoral”, dijo Edgar Cortez Moralez, integrante del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD).

La militarización no se ha traducido en una reducción de la violencia. En cinco años de Gobierno, el Presidente Enrique Peña acumula 95 mil 880 carpetas por homicidio doloso, mientras que en el mismo periodo Calderón, 82 mil 344.

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