El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aplicó quimioterapia a un menor de dos años de edad sin confirmar el diagnostico para tal tratamiento, provocándole la muerte. Ante esto, el instituto respondió que la atención médica estuvo apegada a las Guías de Práctica Clínica correspondientes.
Los hechos comenzaron el 25 de febrero de 2012 cuando el niño de dos años y 5 meses de edad ingresó al servicio de urgencias del Hospital General de Zona 36 (Hospital General) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Coatzacoalcos, Veracruz, debido a que su madre lo llevó hasta ese lugar tras notar que presentaba fiebre, dolores musculares y articulares y gripa.
El menor permaneció cerca de 20 horas en esa área sin que se le realizarán los estudios correspondientes. El 27 de febrero del 2012 se le practicaron estudios de laboratorio, un ultrasonido hepático y de vías biliares. Además, se solicitó consulta en el servicio de hematología para descartar la presencia de dengue o alguna enfermedad de la sangre; dicha especialidad diagnosticó Leucemia Linfoblástica Aguda L2 tras un procedimiento denominado “aspiración de médula ósea”, por lo que se inició un tratamiento de quimioterapia.
El 3 de marzo de 2012 los médicos determinaron que el niño de dos años se se encontraba en buenas condiciones generales por lo que le dieron el alta para continuar con el tratamiento en su casa. Tres días después, la madre del pequeño decidió llevarlo al Hospital Regional de Alta Especialidad del Niño en Villahermosa, Tabasco, donde fue internado debido a que se determinó que su salud era grave. El 7 de marzo de 2012 el niño falleció a consecuencia de un paro cardiorrespiratorio.
La Comisión Nacional de Derechos humanos informó que en las notas médicas de urgencias se encontró que el servicio medico para el menor fue postergado debido a un problema administrativo, específicamente a que su vigencia de derechos estaba cancelada. En una nota médica del 27 del febrero del 2012 se puede leer: “Se autoriza permanecer en urgencias y realizar todos los estudios pertinentes y necesarios para el servicio”; el niño había llegado al hospital desde el 25 de febrero.
La CNDH advierte que el diagnostico se realizó de manera prematura y sin fundamento ya que antes de establecer un tratamiento de quimioterapia, el médico tratante debía confirmar el diagnóstico con estudios complementarios de laboratorio cuyos resultados se obtendrían 3 o 4 meses después.
El tratamiento de quimioterapia deterioró la salud del menor lo que lo llevó a la muerte, informó la comisión.
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