*Japón anuncia que regresara a la práctica de caza comercial en el 2019, después de 30 años de no hacerlo, de manera abierta, claro está

El mundo animal cierra el año con tristes noticias, pues Japón anunció su retirada de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), así es, esta nación ha decidido reanudar la caza comercial en 2019.

En julio próximo Japón desafiará a los defensores de los cetáceos, 30 años después de haber puesto fin a esta práctica.

Hasta el momento esta nación solo tenía “permitido” cazar ballenas para fines de investigación, pero la mala noticia es que ahora también lo hará con fines comerciales, Japón se unirá a Islandia y Noruega, países que ya han desafiado a la CBI.

Los gobiernos australiano y  neozelandés han expresado su sentir en contra de esta acción tomada por Japón, además de calificar la caza de ballenas como “una práctica anticuada e inútil».

 «Extremadamente decepcionado, y exhortó a Japón a reconsiderar su posición”

De acuerdo al representante del ejecutivo Yoshihide Suga, Japón se abstendrá de cazar en aguas de la Antártida o en el hemisferio Sur.

Nación pirata

Durante varios meses el gobierno japonés había realizado una campaña con el fin de convencer a la Comisión de que le diera permiso de retomar la caza comercial de ballenas, por lo que la noticia no sorprendió del todo, digamos que ya era algo de esperar.

Un detalle importante es que esta nación se ha caracterizado por la caza de ballenas, pues la llevan a cabo casi como una tradición.

La caza de ballenas es considerada parte de la cultura nipona y hay quienes aún esperan que la tradición se pase a las nuevas generaciones.

En 1951, después de la Segunda Guerra Mundial, Japón se unió a la CBI y por algunos años se mantuvo al margen con la moratoria de 1982 en cuanto a la caza de ballenas, con esto el consumo de carne de ballena también disminuyó, pero el gobierno insiste con las actividades de caza.

Ecologistas reaccionan

Grupos ecologistas condenan la decisión de Japón, esto a pesar de saber que de manera encubierta la nación continuaba con la caza ilegal de la ballena azul, entre otras especies.

El desafío de Japón hacia los grupos que protegen a la ballena azul, la ballena de aleta o la ballena franca austral ha causado enojo entre los animalistas del mundo.

«La decisión de Japón está completamente desfasada con la comunidad internacional, e ignora la necesidad de proteger nuestros océanos y estas criaturas majestuosas», Greenpeace. 

 

La asociación estadounidense Humane Society International lamentó por su parte que el archipiélago «se convierta en una nación pirata» de caza de ballenas.

La última temporada, los pescadores nipones mataron a cerca de 600 ballenas en concepto de expediciones científicas, en la Antártida y en el Pacífico.

A pesar de esta razón oficial, la carne de estas ballenas suele ir a parar a las pescaderías.

Imagen: AFP

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