Matan a 9 repartidores; el de la tienda no quería pagar "plaza" : Digitall Post
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Matan a 9 repartidores; el de la tienda no quería pagar «plaza»

Matan a 9 repartidores; el de la tienda no quería pagar «plaza»
* Mataron a 9 repartidores de coca-cola en Tixtla, Chilpancingo. Su error fue repartir a un negocio que se negaba a cumplir con el pago de «plaza»

Era la mañana del 3 de mayo en Tixtla, Guerrero, los negocios comenzaban su rutina diaria.

Los repartidores de Coca-Cola se preparaban para iniciar sus labores del día, jamás imaginaron que ya no volverían.

Sobre la carretera Tixtla-Chilpancingo, hallaron los cuerpos de 9 repartidores, en una camioneta de redilas.



Algunos decapitados, pero todos tenían señas de haber sido torturados. Los hechos ocurrieron un 6 de mayo.

La empresa la califica como zona de riesgo y no entra para evitar riesgos.

Entre los 9 fallecidos había un joven de 17 años, que tenía 15 días trabajando como repartidor.

Su nombre, Edwin Geovanni Guzmán Martínez, que quería dejar su empleo por las extenuantes jornadas laborales.



De acuerdo con información, fueron hombres armados los que interceptaron el camión con destino a Tixtla.

Un territorio asediado por los grupos criminales: Los Rojos y Los Ardillos.

LA TIENDITA

Según información, el asesinato habría sido una forma de advertencia para el dueño de una tienda de abarrotes.

La esposa dijo a los familiares de Geovanni que ya lo habían amenazado y que debía dejar de vender las 8pm.

A lo que por supuesto el dependiente no accedió, y le mandaron los cuerpos de los repartidores en venganza.

La camioneta fue hallada con los cuerpos sin vida de quienes ni la debían:

Alberto Cortés Salgado, de 29 años
Gustavo Cortés Salgado, de 35 años
Edwin Geovanni Guzmán Martínez, de 17 años
Eloy Cortés Alcaráz, de 60 años
Alfredo y Adir Alarcón Bello, de 35 años
Wilberth Cortés Salgado, de 26
Andrés Nava Romero, de 37
Ángel Sacristán Castro, de 18
Esteban Nava Adame, de 69.

Pero la historia no terminó ahí.

Días después de los hechos, los delincuentes acabaron con la familia del dueño de la tienda. Los enterraron en su propia casa.

La tienda continúa abierta, pero ningún vecino quiere dar detalles sobre las personas que ahora la atienden.

Foto: Wikimedia

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