CDMX, México.- Se ha comentado en diversos tonos la salida del Reino Unido de la sombra protectora de la Unión Europea (UE), pero poco se ha comentado en torno al impacto en las economías mundiales, incluyendo por supuesto a México.
El Brexit obliga a una renegociación tanto con el Reino Unido como la revisión del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea (TLCUEM) firmado en el año 2000.
Al concluir el 2015, el comercio entre México y el Reino Unido sumó un total de 4 mil 312 millones de dólares (mdd), cifra modesta comparada con los 495 mil 693 mdd que representa el intercambio comercial total con Estados Unidos y si de gran significado por la actitud asumida por el presidente Trump y la relación bilateral.
Hay que advertir el proceso de negociación puede demorar varios meses, lo que incrementará el costo de operación de las empresas de ambos países que mantienen flujos comerciales bilaterales. En la actualidad Reino Unido es el cuarto destino de las exportaciones de México en la Unión Europea, advierte CIBanco.
Es así como el referéndum para que los británicos decidieran su salida de la Unión Europea (UE) pasó de una simple amenaza a un hecho contundente. Esta actitud necesariamente habrá de reflejarse en los mercados financieros del mundo. Presiones para el tipo de cambio y mayores costos para los exportadores son algunas de las probables consecuencias.
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Entre los principales productos que México exporta a Reino Unido destacan formas en bruto de oro para uso no monetario, motores para la propulsión de vehículos terrestres, unidades de memoria, cerveza de malta, entre otros.
De lado de las importaciones, el principal producto que se compra al mercado británico es el whiskey, también destacan algunos medicamentos, mercancías destinadas a la reparación o mantenimiento de naves aéreas o aeropartes, así como gasolina.
En términos de Inversión Extranjera Directa, de 1999 al primer trimestre de 2016 Reino Unido ha invertido 10,096 mdd en México, con lo que se posiciona como el octavo mayor inversionista en el país.
“Los lazos comerciales con el Reino Unido son demasiado pequeños para tener un impacto significativo sobre los exportadores emergentes. Sospechamos que el mayor impacto podría venir a través de la interrupción de los flujos globales de capital”, dicen analistas de Capital Economics.
La falta de crecimiento económico desde la crisis de 2008-2009 ha generado descontento en gran parte de Europa, y en Reino Unido se suman a la inconformidad, los problemas de crisis económicas y de deuda de los países de la periferia de Europa como España, Portugal o Grecia, quienes han tenido que recibir ayuda económica incluso desde su integración a la UE.
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