Mientras los italianos ridiculizaban a Gianluca Vacchi, un rico playboy con más de 11 millones de seguidores en Instagram, el banco le es embargo villas y un yate por una deuda de 10,5 millones de euros.

Gianluca es heredero de un gran grupo industrial en Italia, un sujeto apuesto, barba cerrada, fornido y tatuado, es quien comparte en el mundo virtual su vida como excéntrico millonario, bailando en su piscina, manejando un auto de lujo o viajando a Las Vegas o Saint-Tropez nada más por que quiere fiesta.

Con 50 años de vida, Vacchi, trabajó duro por 20 años hasta que un día decidió retirarse, después de sufrir una crisis existencial que lo hizo cambiar su filosofía de vida. Esta filosofía «Enjoy», la cual repite en sus publicaciones y en su libro que comparte el nombre con esta forma de vida.

En su cuenta de Instagram hay un desfile de mujeres hermosas, como Adriana Gutiérrez, una ex Miss Colombia, quien fue víctima de una mala broma de la vida, cuando recibió la corona de Miss Universo en 2015, que finalmente no era para ella, si no para Miss Filipinas.

Pero como toda historia interesante la vida de «Mister Enjoy no es un felicies para siempre, como nos deja verla en sus redes sociales. En los últimos días, el Banco BPM le embargó varias de sus villas, un yate y sus participaciones en un club de golf cerca de Bolonia (norte), por un valor total de 10 millones de euros (unos 11,8 millones de dólares), que ya habían congelado debido a una deuda impaga equivalente, anunció el miércoles el diario.

La familia Vacchi es heredera del grupo IMA, especializado en embalaje industrial y farmacia. Ahora está dirigido por unos primos de Giancarlo, quien percibe unos 5 millones de euros en dividendos por año, según la prensa.

Desde el miércoles, los sinsabores del playboy eran objeto de diversión entre los internautas italianos, que parodiaban sus poses y sus coreografías junto a piscinas de plástico o botes a pedales.

La página de Facebook «Encontrar un trabajo para Gianluca Vacchi» tuvo un gran éxito. Pero la recaudación lanzada por un bromista para ayudarlo a reembolsar sus deudas apenas había recolectado 5 euros.