Mientras Aurelio Nuño se dispone a mudar su oficina a un edificio de superlujo en el sur de la CDMX por el que pagará 34 millones de pesos mensuales, cientos de niños oaxaqueños toman clases en salones improvisados con lonas en San Dionisio del Mar, Oaxaca.
En esta localidad, la primaria Pablo L. Sidar, fue trasladada al auditorio municipal, donde con lonas se improvisaron paredes para dar forma a las seis aulas donde más de 100 niños toman clases por dos horas y media todos los días.
La escuela, ubicada a un costado de la presidencia municipal, presenta daños en el 80% de su estructura, y de las 10 aulas con que contaba, cuatro ya fueron demolidas, otras cuatro tienen daños graves y dos más siguen en pie, pero con fisuras menores.
En los salones improvisados con paredes de lona se colocaron los pizarrones y sillas, mientras que todo el material de valor, como equipo electrónico y documentación fue resguardado en una bodega del plantel.
Aunque la escuela ya fue supervisada por el Instituto Oaxaqueño Constructor de Infraestructura Física y Educativa (Iocifed) y el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (Inifed), no les han entregado ningún dictamen final de los daños, sólo derribaron las cuatro aulas.
“Por visitas de Iocifed e Inifed no paramos, eh, siempre están aquí, pero no tenemos un dictamen de las condiciones en que se encuentra nuestra escuela, si van a tirar las otras cuatro aulas, si van a construirnos nuevas, si nos van a construir provisionales, no nos dicen nada; así que nos vimos en la necesidad de reactivarnos solos con los padres de familia porque no podemos seguir así, perdiendo clases”, señaló el director de la primaria, Alejandro Matus Romero.
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