BRASILIA, BRASIL.- Michel Temer, presidente interino de Brasil, cuenta con un nivel de aprobación del 11.3%, cifra muy similar a la que poseía Dilma Rousseff (11.4%) antes de ser separada del cargo, para enfrentar un juicio político.

Por otro lado, la evaluación de su gestión hasta el momento es muy baja, al registrar apenas un 28%, cifra muy inferior al 62.4% que llegó a registrar Rousseff en su peor momento, cuando se calificó su labor como pésima. Esto, de acuerdo a un sondeo encargado por la Confederación Nacional de Transporte (CNT) a la encuestadora MDA.

Apenas el 11, 3% de los brasileños considera «bueno» o «muy bueno» el gobierno de Temer, que asumió el comando del país en mayo tras la suspensión de la izquierdista Rousseff, cuya evaluación positiva era de 11, 4% en febrero.

Temer, de 75 años, fue vicepresidente de la presidenta Rousseff desde el inicio de su primer mandato, en 2011, pero se convirtió en su más férreo enemigo en las últimas semanas de su gobierno. La mandataria le acusa de tramar un «golpe parlamentario» en su contra.

Pese al voto de confianza que los mercados depositan en el gobierno del exvicepresidente Michel Temer, éste no consigue aún pasar página de la crisis, golpeado fuertemente por revelaciones de que miembros de su gabinete y prominentes figuras de su partido, el PMDB, habrían querido frenar las investigaciones del megaescándalo de corrupción en la estatal Petrobras en la última década.

En veinte días, Temer perdió dos ministros, salpicados por sospechas de corrupción, y lucha por estabilizarse en medio de cuestionamientos a su falta de legitimidad y una severa recesión económica.

La encuesta de CNT revela que el 54, 8% de los brasileños opina que el gobierno Temer «está igual al de Dilma Rousseff y que no se percibe ningún cambio en el país». Sin embargo, el 62, 4% de los consultados cree que «la decisión fue correcta y la presidenta precisaba ser suspendida», frente a un 33% que opina lo contrario.

Pese a que Rousseff no fue acusada formalmente de participar en la trama de desvíos en Petrobras -que causó un perjuicio de más de 2.000 millones de dólares a la estatal-, el 66, 9% de los encuestados considera que la presidenta es culpable de la corrupción en Petrobras que investiga la justicia.

Un total de 2.002 personas fueron consultadas para el sondeo, cuyo margen de error es de 2, 2 puntos porcentuales.

jcrh